Sin pretenderlo, Abbey Road rompió las convenciones sobre cómo grabar el elepé de un grupo pop. Por aquellos años, muchos músicos idealizaban la vida comunal: Traffic, el proyecto encabezado por Steve Winwood, se retiró a un chalet remoto de Berkshire para tocar y componer; The Band, socios de Bob Dylan, derivaban su identidad de la convivencia en Big Pink, una casa en los bosques de Woodstock; los grupos de San Francisco mitificaban las mansiones añejas que convirtieron en residencias y cuarteles generales.
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