La instrucción sobre Begoña Gómez continúa

La instrucción sobre Begoña Gómez continúa

Nunca hay que tener miedo o inquietud ante un proceso judicial en una democracia. El sistema español es muy garantista y no hay nada mejor que colaborar con la Justicia. Las tácticas obstruccionistas o dilatorias siempre me han parecido un error y sirven para constatar la presencia de algún abogado mediocre, inexperto o marrullero. Desde el primer momento me ha parecido que la estrategia seguida en el caso Begoña Gómez era errática y desacertada. Los ataques al juez Peinado eran un despropósito, ya que lo más adecuado era dejarlo trabajar sin someterlo a la brutal campaña desatada desde la izquierda política y mediática. Hemos asistido a una férrea defensa política y mediática sobre la inocencia de Begoña Gómez basada en que ni siquiera cometió errores con su cátedra de investigación en la Complutense. Por tanto, nada tiene que temer de la instrucción. En alguna ocasión he tenido que acudir, como director del periódico, a los tribunales y siempre lo he hecho con absoluta tranquilidad, tanto en causas penales como civiles. No me ha importado saber que algún fiscal o juez no me tenía especial simpatía, pero respeto su profesionalidad y creo en la Justicia.

Era precipitado que se archivara la causa. Es algo que sabe cualquier abogado mínimamente avezado. Por ello, mal consejo le dieron aquellos que tenían tanta prisa, porque han conseguido justo lo contrario. La Audiencia de Madrid ha respaldado que el juez Peinado siga su investigación, que no es prospectiva, y podrá esclarecer si se valió de su influencia para impulsar su actividad profesional. Es verdad que deja al margen el rescate de Globalia, aunque matiza «en tanto en cuanto no aparezcan hechos verdaderamente nuevos de contenido incriminatorio». La lectura del auto confirma el grave error de haber seguido esa estrategia porque ha obligado a que los magistrados hayan analizado la documentación y establezcan elementos indiciarios que son, como mínimo, incómodos e inquietantes. La izquierda se centrará en el tema Globalia para venderlo como una victoria. Por ello, tengo ganas de leer a los pseudojuristas del sanchismo para ver cómo justifican sus posiciones ante un auto elaborado por tres juristas independientes. No es solo el juez Peinado. La Audiencia de Madrid considera pertinente seguir con el procedimiento sin menoscabo de la presunción de inocencia que tiene cualquier investigado.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)

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