Últimamente se ha podido leer en la prensa un gran volumen de diferentes artículos que bautizan a decenas de pueblos o ciudades diferentes como ‘la Mykonos española o ‘el pueblo español que parece una isla griega, como si en España no hubiese parajes igual o más espectaculares. Quizá debiéramos empezar a usarnos nosotros más como referencia, porque realmente tenemos algunas de los mejores paisajes y playas del mundo.
Del lugar que hablaremos hoy no es tan conocido, quizá por ello tenga incluso más encanto que la mayoría de las islas griegas, que en las últimas décadas han sufrido una invasión del turismo masivo. La isla cuyo nombre desvelaremos más adelante cuenta con una población de menos de dos centenas de habitantes, y destaca por su bella y pulcra sencillez: tan solo unas cuántas casitas blancas bajas a la orilla de un mar cristalino.
La Comunidad Autónoma de Andalucía ya parece haberse recuperado del todo de la crisis derivada de la pandemia, al menos en cuanto al turismo: tan solo en 2023, más de 34 millones de viajaron acudieron a visitarla, y muchos son los que quedan prendados de su magia, y vuelven año tras año para disfrutar de sus paisajes y su amplia gastronomía.
La mayoría de personas visitan los grandes monumentos emblemáticos andaluces, y no es para menos, cualquiera que haya visitado la Giralda, la Alhambra, el Anfiteatro de Córdoba u otros tantos símbolos de estas tierras, habrá podido dar cuenta de su belleza y su diversidad. Sin embargo, el lugar del que hablaremos en esta ocasión es más desconocido, aunque para los habitantes de la zona tiene un gran valor simbólico.
La ‘Ítaca’ de Andalucía: quien la visita solo piensa en regresar
En el este de Almería, en torno a unos 40km de la capital por carretera, se encuentra uno de los pueblos más pequeños y preciosos de la provincia. Realmente ni siquiera es un municipio, sino una pedanía que forma parte de Níjar, dentro del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar. Es una localidad de 171 habitantes, y cuenta con buenos locales de turismo y restauración.
Pero no solo se enfoca en el turismo de playa, debido a la diversidad paisajística de la zona, sus habitantes también han montado escuelas de buceo y rutas de senderismo. De forma muy minoritaria, también se da algo de pesca, pero hoy en día en mucha menor medida que en el pasado.
Se trata nada más y nada menos que ‘La Isleta del Moro’, también conocida como ‘La isleta del Moto Arráez’ o sencillamente ‘La isleta’. Realmente es un islote de muy poca superficie rodeada de aguas limpias, prístinas y cristalinas, con casas blancas cercanas que verdaderamente le hacen a uno recordar una isla griega. O bueno, incluso supera a muchas de ellas en encanto, ya que el turismo aquí no se da de forma tan masiva.
Según cuentan los poemas de Homero en ‘La Odisea’, ‘Ítaca’ era la isla a la que pertenecía su protagonista, Odiseo o Ulises. Es la pieza central en torno a la que gira todo el argumento del regreso al hogar amado en esta famosa epopeya. Ulises partió de su casa para participar en la Guerra de Troya, y no pudo regresar hasta muchos años más tarde debido a una serie de aventuras y desventuras.
‘La Isleta del Moro’ constituye un lugar paradisíaco, una especie de retiro en medio del Mediterráneo rodeado por agua clara y con unas vistas realmente espectaculares. Para contemplar mejor el paisaje, lo mejor no es subirse al islote, que es de difícil acceso y no contiene prácticamente nada, sino adentrarse en la tierra hasta el pueblo de Rodalquiar y llegar hasta lo alto del Mirador de Amatista, en lo alto de un acantilado, para divisar toda la preciosa vista que ofrece.
La otra gran atracción de la localidad es la playa del ‘Fondeadero de La Isleta’ y, aunque la gente suele visitarla más en verano con la llegada del calor, también se pueden realizar otras actividades como es el submarinismo o el ‘snorkel’, mucho más satisfactorias de realizar en esta zona debido al agua cristalina que permite ver gran parte del mar bajo su superficie fácilmente.
