La consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia
García, acompañada por el director general de Trabajo y Prevención de Riesgos
Laborales, José Manuel Barrios, ha visitado hoy el Centro de Seguridad y Salud
Laboral de Castilla y León ubicado en León y que tiene como uno de sus
principales objetivos la investigación de las causas de los accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales, así como el estudio de medidas
correctoras para reducir la siniestralidad laboral.
Durante la visita, los responsables de la Consejería han
analizado con el equipo técnico del centro el informe elaborado por este
departamento de la Administración autonómica sobre la siniestralidad laboral
registrada en lo que va de año (enero-julio), así como las líneas de actuación
en las que será necesario profundizar para reducir los accidentes laborales en
Castilla y León.
El informe refleja la
necesidad de reforzar las actuaciones encaminadas a mejorar tanto la promoción
integral de la salud en las empresas como la seguridad vial laboral, ya que el
77,7 % de los accidentes laborales mortales registrados entre enero y julio de
este año están relacionados con problemas preexistentes de salud o con
accidentes de tráfico.
Durante estos meses se han registrado en Castilla y León un
total de 18 accidentes mortales, 11 de ellos de carácter no traumático,
causados por infartos u otro tipo de patologías sobrevenidas durante la jornada
laboral; y otros 3 han tenido su origen en accidentes de tráfico. Estos dos
factores tienen también una significativa incidencia en los accidentes graves,
puesto que el 16,7 % de los 116 accidentes laborales graves contabilizados en
este periodo están relacionados con estas causas.
A la vista de estos datos, la consejera ha defendido la
necesidad de prestar especial atención a estos dos factores dentro de los programas de
prevención de riesgos laborales que desarrolla la Consejería. En este sentido,
ha abogado por incluir en las estrategias de prevención medidas específicas
para desarrollar planes de bienestar encaminados a la promoción integral de la
salud en las empresas y a la prevención
de riesgos psicosociales; así como actuaciones que contribuyan a minimizar el
impacto de los accidentes de tráfico, tanto en jornada de trabajo como “in
itinere”.
García ha insistido en la necesidad de abordar esta
problemática de una forma global, con la colaboración de todos los agentes
implicados y con la incorporación de todas aquellas acciones que se consideren
pertinentes, especialmente en el marco del diálogo social, para lograr reducir
al mínimo los accidentes de trabajo. “Nos pondremos a trabajar de forma
inmediata, porque detrás de las estadísticas hay personas trabajadoras y
familias que afrontan el coste personal y humano de un accidente de trabajo, sin
duda, el más grave, pero al que hay que sumar el coste para las empresas y para
la sociedad en su conjunto”, ha señalado la consejera.
Los accidentes mortales se reducen en un 18 % en lo que va de año
El balance de la siniestralidad laboral en lo que llevamos
de año refleja un ligero incremento de los accidentes laborales con respecto al
pasado año, si bien el índice de incidencia – número de accidentes por cada
cien mil trabajadores – se mantiene prácticamente invariable como consecuencia
del incremento del número de afiliados a la Seguridad Social.
En el periodo analizado, se han registrado15.555 accidentes
de trabajo con baja en jornada laboral y 314 enfermedades profesionales con
baja. De ellos, 15.411 han sido de carácter leve (254 más que durante el mismo
periodo del año anterior); 126, graves (17 más que el pasado año); y 18,
mortales (4 menos que durante el mismo periodo del año anterior). De estos 18
accidentes mortales solamente 4 se han producido por causas directamente
relacionadas con las condiciones de trabajo, el resto se han debido a lesiones
no traumáticas o accidentes de tráfico.
Cabe señalar, además, que en los últimos dos meses (junio y
julio) no se ha registrado en Castilla y León ningún accidente laboral con
resultado de muerte, siendo la primera vez que esto ocurre desde que la
Comunidad comenzó a llevar los registros de siniestralidad, en el año 1996.
A nivel general, cabe destacar que el mayor porcentaje de
lesiones en los accidentes en jornada de trabajo corresponde a trastornos
musculoesqueléticos, que se producen en todos los sectores y todas las
actividades y que son responsables de más de un 40 % de los accidentes en
jornada. De ahí, la importancia de incidir también en la formación y en la
cultura preventiva.
El Centro de Seguridad y Salud Laboral es el principal
órgano técnico de la Junta de Castilla y León en materia de prevención de
riesgos laborales. Además del análisis e investigación de las causas de los
accidentes de trabajo que se producen en la Comunidad, el centro desarrolla
otras funciones entre las que cabe destacar la coordinación de la vigilancia y
supervisión de la seguridad y salud laboral en los centros de trabajo; la
programación, organización y desarrollo de cursos de formación relacionados con
este ámbito; el apoyo técnico a las actividades de prevención desarrolladas por
empresarios, trabajadores y sus respectivas organizaciones; la elaboración de
programas de sensibilización y divulgación sobre riesgos laborales; o la
colaboración técnica e institucional con
otros organismos e instituciones,
El Servicio, que depende de la Consejería de Industria,
Comercio y Empleo a través de la dirección general de Trabajo y Prevención de
Riesgos Laborales, se encarga también de la gestión de la llamada “Escuela de
Prevención”, cuyo objetivo es acercar los principios de la prevención de
riesgos a los escolares y estudiantes de toda la Comunidad. El objetivo es ir
creando una cultura preventiva que haga que los empresarios y trabajadores del
futuro disfruten de condiciones de trabajo más seguras y saludables.
En este sentido, el centro dispone de un espacio físico,
Aula de Prevención, destinado a visitas de escolares, donde se ofrece la
posibilidad de que los alumnos puedan observar escenas con riesgos, para tomar
conciencia de las mismas, de modo que sean capaces de detectarlas y
prevenirlas, tanto en casa como en los espacios de ocio o en su futuro laboral.
