La Legión logra poner en marcha con éxito un novedoso puesto mando formado por vehículos con red inalámbrica

La Legión logra poner en marcha con éxito un novedoso puesto mando formado por vehículos con red inalámbrica

Cuando pensamos en batallas, lo primero que se nos viene a la cabeza son misiles, cazas, carros de combate, vehículos blindados… Sin embargo, la mayoría de las veces no pensamos en cómo se coordinan todos esos elementos para que trabajan de forma coordinada y efectiva. Evidentemente, las unidades ya no se mueven a ritmo de corneta como antaño y las conexiones por radio no son siempre seguras.

Por todos estos motivos, el puesto de mando es un elemento fundamental en cualquier operación a pesar de que la mayoría de las veces suele pasar desapercibido. Su correcto funcionamiento facilita la toma de decisiones, la comunicación de las distintas unidades sobre el terreno entre sí o el seguimiento en tiempo real de las acciones. Sin él, hoy en día, en un campo de batalla digitalizado, difícilmente una misión tiene éxito.

En el concepto Brigada 2035 del Ejército de Tierra, documento que tiene como guía para definir cómo será este arma en el futuro próximo, la Brigada de Combate cuenta con dos puestos de mando tácticos de idénticas capacidades que se alternan en la conducción de las operaciones y un puesto de mando de apoyo a retaguardia de respaldo y seguimiento.

La Brigada de la Legión, como unidad experimental de ese concepto, ha logrado la capacidad operativa plena de uno de los puestos de mandos tácticos, distribuyendo las células que lo componen en cinco vehículos de combate enlazados de forma inalámbrica durante el ejercicio Arredondo 24, realizado en el Centro de Adiestramiento San Gregorio (Zaragoza), entre el 18 y el 30 de mayo.

¿Cómo funciona este puesto de mando?

Desde el centro de transmisiones que da servicio al puesto de mando y mediante radioenlace, se proporcionan los servicios necesarios a uno de los vehículos que cuenta con una antena omnidireccional que los distribuye a cada una de las células de forma inalámbrica (radioenlace).

El Ejército de Tierra detalla que “la ausencia de cable físico y las mayores distancias en el despliegue, permiten tener una menor huella logística y energética, mayor movilidad y, por tanto, mayor protección. A cada una de las células/vehículos se le ha dotado con cámaras/micrófonos favoreciendo la conciencia situacional y facilitando el normal funcionamiento del puesto de mando”.

El desarrollo de un puesto de mando distribuido surge, añade Tierra, como respuesta a las lecciones identificadas de los conflictos recientes, en los que se demuestra que la inmovilidad y una elevada huella energética y logística ponen en serio peligro la supervivencia de estas organizaciones operativas vitales para el mando y control de las operaciones.

El objetivo al final es “romper la estructura clásica de un puesto de mando, haciendo que esta estructura de mando y control se asemeje a una unidad tipo sección o similar, pasando desapercibida y no siendo objetivo prioritario”.