Joan Cañellas y los Juegos, una historia imposible y cruel. No ha habido manera. A punto de cumplir los 38 años (lo hará en septiembre), el jugador catalán había anunciado su más que probable retirada del balonmano tras la cita de París, el último intento para saldar la única cuenta pendiente de una carrera dorada. Pero esta vez tampoco se sacará ese puñal, la fatalidad olímpica lo persiguió hasta el final. Igual que en 2021 en Tokio, un percance físico en los últimos días de preparación se lo impedirá. El lateral izquierdo sufre una lesión miotendinosa en el sóleo de la pierna derecha que le tendrá de baja entre cuatro y seis semanas. En Londres 2012, fue eliminado de forma dolorosa en cuartos; la selección no se clasificó para Río 2016 en la derrota más sangrante de su generación; de Tokio 2020 se cayó de la lista a punto de subirse al avión; y ahora otra desgracia.
