La mano de Moncloa que promociona al «inframundo»

La mano de Moncloa que promociona al «inframundo»

Pedro Sánchez está tan preocupado por frenar a la extrema derecha que no ha debido darse cuenta de que hay colaboradores suyos que se han equivocado al interpretar la orden que les ha debido de dar y se están dedicando a promocionar, incluso con amables presiones, a Alvise Pérez, condenado por difundir bulos y que se ha hecho conocer en estas últimas elecciones europeas (comicios que son muy cómodos, por su naturaleza y la circunscripción única, para este tipo de figuras disruptivas).

Si por estos colaboradores del presidente fuese, seguro que equivocados en cuanto a lo que realmente quiere el jefe del Ejecutivo, esta «amenaza para la democracia» debería empezar a tener más presencia mediática. Para eso está haciéndole la campaña y pidiendo favores, todo sea por la democracia (modo sarcástico). Deben haber leído tan mal las instrucciones de Sánchez, no quiero pensar que es que el jefe del Ejecutivo les haya pedido que avancen por esa dirección, que están sudando la camiseta para incluso colocarlo de tertuliano en programas de alta audiencia.

Esta estrategia llama la atención en su confusión porque, al mismo tiempo, Moncloa ha lanzado un campaña para difundir el mensaje de que la mejor manera de «combatir» a Alvise es confrontar con él. Es la manera que tienen de explicar que el presidente del Gobierno incluya últimamente con llamativa frecuencia en su discurso el nombre del condenado, y al que incluso desde su entorno acusan de presuntamente difundir intoxicaciones «a sueldo» de quien le contrata. Ese miembro de pleno derecho de la «Internacional ultraderechista» es, sin embargo, candidato también de pleno derecho para influir desde determinadas tribunas mediáticas en la opinión pública.

Habrá que ver cuáles son los próximos pasos que dan estos colaboradores del presidente –hay mucha expectativa con ello– si no consiguen colocar al «inframundo de Alvise». De momento, ya van logrando que algunos de sus satélites más próximos hablen diariamente de él. Puede parecer que lo hacen solo para movilizar a la izquierda, pero hay una segunda o primera intención casi más importante que ésa. Lo que buscan es que «el reconocido difusor de bulos» crezca, la misma estrategia que con Vox, porque confían en que esto les sirva para dividir más el voto de la derecha. Es el mismo modelo que ya aplican con Vox, en una dinámica de retroalimentarse para hacer más difícil que Feijóo pueda echar a Sánchez de Moncloa.