La medicina 3D que permite operar tumores inoperables

La medicina 3D que permite operar tumores inoperables

Igual que las radiografías revolucionaron en su día la forma de ver el interior del cuerpo humano, la realidad virtual y la medicina en tres dimensiones están impactando en la manera en la que los cirujanos abordan sus intervenciones hoy. Dan fe de ello en el Hospital La Paz, de Madrid, donde recientemente han puesto en marcha un laboratorio 3D apoyado por inteligencia artificial, y médicos, claro.

Todavía están dándose a conocer entre el propio personal del hospital –algo normal dado, por una parte, las dimensiones del mismo y, de otra, el aún breve tiempo que llevan activos (desde octubre de 2023)–, pero la idea es que, poco a poco, se vaya normalizando su uso y llegue a utilizarse de forma rutinaria, igual que ya se hace en Cirugía Oral y Maxilofacial. Es precisamente por eso que, como reconoce José Luis Cebrián, jefe de ese Servicio en La Paz, se pensó en él para ponerle al frente de este proyecto. Ahora bien, una vez que los facultativos «les prueban», repiten.

Aunque no son el único hospital de Madrid acreditados para este fin (también lo están el Gregorio Marañón y el 12 de Octubre), sí que son referente en su aplicación pediátrica, un área donde La Paz es puntera, y reciben casos complejos derivados de otras zonas ya no solo de todo Madrid sino de España. «Siempre hemos sido pioneros en cirugía pediátrica y es el hecho diferencial de este hospital», subraya Cebrián.

La reconstrucción en 3D facilitado la intervención gracias a la extraordinaria visión que aporta, y permite anticipar hallazgos intraoperatorios, lo que posibilita planificar la técnica quirúrgica e involucrar a los distintos especialistas en la intervención. Y para comprobar, con hechos, las ventajas que esta tecnología en problemas concretos, dos complicados casos prácticos llevados a cabo en el centro madrileño y que, gracias a ella, lo fueron algo menos. El primero, un neuroblastoma de raíz de mesenterio, un raro tumor, como explica Leopoldo Martínez, jefe de sección de Cardiología Pediátrica de La Paz, situado en el abdomen. El segundo, un complejo tumor encontrado en una de niña de 16 años con enfermedad de Wilson, en la zona renal pero que, por lo intrincado de su ubicación, «no quedaba clara su dependencia de este o si se podría extirpar o no», como explica María José Martínez, jefa de la Sección de Cirugía reconstructiva urogenital y trasplante renal pediátrico.

Pero la realidad es que las aplicaciones de esta tecnología son muchísimas y pueden ir desde la impresión de vasos para que personas que han sufrido un ictus puedan agarrarlo y beber de forma cómoda para ellos, hasta modelos con los que trabajar en las salas de cateterismo para ir preparando y estructurando el abordaje, o los materiales que van a usar, como en el caso de stents, por ejemplo.

Para llegar aquí La Paz ha desarrollado su propia plataforma –B-onic, que les facilitó una beca de Mutua Madrileña–, y adquirido las imprescindibles impresoras 3D con las que hacer «físicos» los modelos de reconstrucciones tridimensionales en caso necesario. «Imprimir un modelo de una empresa externa puede costar 1.500 euros; a nosotros nos cuesta 30 céntimos», asegura. Aunque, puntualiza, como suele pasar en estos casos, lo que cuesta es el conocimiento que hay detrás.

Y es que además de lograr excelencia médica, como en todo en Sanidad, hay que probar su coste eficacia. También aquí parece que la cuenta sale positiva: «Hay que demostrar que se aporta valor en el hospital. Y pensamos que ahorramos comparado con pedirlo a la empresa privada», cuenta Cebrián. Hasta la fecha, calculan que han atendido alrededor de 100 casos en el último año y por ahora «el ahorro conseguido estimamos es mayor a 100.000 euros. Todo supervisado por los radiólogos, ingenieros 3D y cirujanos que van a realizarlo».

Por ahora, como cuenta Federico Gutiérrez-Larraya, jefe del Servicio de Cardiología pediátrica del hospital, «el 3D se usa en casos muy complejos porque lleva mucho tiempo». Y es este es uno de los pocos «contras» de esta nueva tecnología: las horas que hay que invertir, porque como aseguran quienes han probado este nuevo abordaje «te cambia la visión de cómo trabajar».

Escaneando estos códigos QR podrá interactuar con las reconstrucciones 3D realizadas en La Paz y ver el interior del cuerpo como un cirujano