La NASA detecta unas extrañas formas espectrales sobre la Tierra

La NASA detecta unas extrañas formas espectrales sobre la Tierra

La
ionosfera
se extiende de 80 a 640 kilómetros sobre el planeta y marca el
límite entre la atmósfera de nuestro planeta y el espacio exterior. Si bien
alberga la mayoría de los
satélites
que orbitan la Tierra, es vulnerable a los cambios en el clima
espacial (básicamente la radiación electromagnética emitida por el Sol) que
pueden causar estragos en la zona y afectar los equipos de comunicaciones.
Ahora los científicos de la NASA
han detectado
formas inusuales en la ionosfera de la Tierra, a cientos de kilómetros sobre la
superficie.

En algunas condiciones, la capa
puede cargarse eléctricamente. Según lo detectado por el instrumento de
imágenes de Observaciones de extremidades y discos a escala global (GOLD), las
bandas de plasma que se extienden a lo largo de la ionosfera pueden dar lugar a
formaciones de formas inusuales de X y C.

Se trata de una desconcertante “sopa
de letras”, como la NASA denominó los hallazgos en un
comunicado de prensa
, que podría arrojar luz sobre cómo el clima espacial
puede influir en la atmósfera superior de nuestro planeta e “interferir con las
señales de radio y GPS”.
Las partículas cargadas pueden
crear bandas densas o crestas alrededor del ecuador magnético de la Tierra,
mientras que las bolsas de baja densidad causadas por la puesta del Sol pueden
dar lugar a zonas de baja densidad llamadas burbujas, según la NASA.

Los científicos creen que
perturbaciones más grandes, como tormentas solares o incluso erupciones
volcánicas masivas, pueden causar que múltiples crestas se fusionen y formen
una “X”, como han demostrado observaciones anteriores de GOLD.
Pero ahora, los científicos han
detectado estas mismas formas sin ningún disparador, durante lo que los
científicos llaman tiempo de tranquilidad.

“Los informes anteriores de
fusión se produjeron solo durante condiciones de perturbación geomagnética; es
una característica inesperada durante condiciones de tranquilidad
geomagnética”, explica Fazlul Laskar, investigador asociado de la
Universidad de Colorado, autor principal de un estudio
sobre el descubrimiento de este fenómeno. Su desconocido origen es lo que hace
dudar a los expertos.

“La X es extraña porque implica
que hay factores determinantes mucho más localizados – añade el científico de
la NASA y experto en ionosfera Jeffrey Klenzing -. Esto se espera durante los
eventos extremos, pero verlo durante tiempos de calma sugiere que la actividad
de la atmósfera inferior está impulsando significativamente la estructura
ionosférica”.

Además de las formas X, algunas
burbujas en la ionosfera también pueden curvarse en formas C, que según nuevas
observaciones pueden aparecer muy cerca unas de otras. En resumen, todavía
queda mucho por aprender sobre la capa protectora cargada magnéticamente de
nuestro planeta.

“El hecho de que tengamos
burbujas con formas muy diferentes, tan juntas nos dice que la dinámica de la
atmósfera es más compleja de lo que esperábamos”, concluye Klenzing.