La palabra en asturiano que no se entiende en el resto de España: Parece un insulto grave, pero no lo es

La palabra en asturiano que no se entiende en el resto de España: Parece un insulto grave, pero no lo es

Si algo bonito tiene el lenguaje humano es que evoluciona, cambia, se adapta y se acomoda a los tiempos, espacios y lugares. En muchas ocasiones, ni siquiera necesita de una voz para transmitirse, ni siquiera un medio impreso, le basta con la pura gesticulación. El lenguaje no verbal también constituye una parte muy importante de la comunicación desde hace milenios, no por nada el ser humano ha desarrollado más de 43 músculos faciales capaces de reproducir más de 16.000 expresiones distintas combinando sus movimientos.

Otro aspecto llamativo de la comunicación entre humanos es que cambia mucho de un lugar a otro. Si se hace un gesto de victoria español o a darle dos besos en vez de estrecharle a la mano a un ciudadano inglés, probablemente éste se moleste o incluso tome nuestros inocentes actos como una grave ofensa o comience una discusión o una pelea.

Se deben tener muy en cuenta los distintos contextos. Hace unas semanas ya hablábamos en LA RAZÓN de tres expresiones de uso cotidiano en castellano que, en japonés, suenan como insultos potentes y nos pueden meter en problemas. Pero si una nacionalidad tiene un don para el insulto y la mofa, esa es España, que cuenta con una gran variedad de palabras para la falta en toda la extensión de su territorio.

España no es solo uno de los países del mundo que contiene más clases de climas y orografías distintas dentro de unas mismas fronteras, también es una de las naciones con más riqueza lingüística. Y es que este hecho es algo que se tenía que notar a la fuerza, pues el arte y la gracia tanto del español como de otras leguas romances que se hablan en nuestro territorio no tiene comparación.

La diversidad en el lenguaje de nuestro país

El norte de España destaca por sus montañas y colinas húmedas, llenas de vegetación y pegadas al mar. Esto hace que sus habitantes hayan desarrollado un carácter afable y tranquilo, además una forma de expresar el humor que, si bien no es tan exagerada al hablar como en otras partes más al sur, tiene un punto de ‘picante’ astucia muy sutil divertido.

La forma de ser típica asturiana (no es una norma, solo una tendencia, cada persona es un mundo) es algo reservada, de reír por dentro y no dejar entrever los sentimientos e intenciones tanto por las palabras en sí, como por cómo se construyen las frases, muy original. En toda Asturias y algunas zonas próximas de León y el este de Portugal, se habla un lengua conocida como ‘astur-leonés’.

Se trata, según lo describe el Ministerio de Cultura, de una lengua romántica que se hablaba en el reino medieval de Asturias y León. También se le conoce como ‘bable’, y tipológicamente está en un punto intermedio entre el castellano y el gallego-portugués. A pesar de ser minoritario, cuenta con su propia Academia de la Lengua Asturiana.

Muchos ciudadanos de Asturias, si bien no saben hablar el astur-leonés, sí están familiarizados con algunos términos y expresiones concretas. Es por ello que a algunas personas de fuera de la región, cuando se cruzan y mantienen una conversación con un asturiano, hay ciertas palabras que se introducen en mitad de la charla que les descolocan por completo.

La palabra en asturiano que no se entiende en el resto de la Península Ibérica

Este es uno de los hechos que hacen tan rica y grande España, que cruzando una montaña u otra frontera interior, podemos entendernos con el compatriota de otra provincia al mismo tiempo que se aprecian algunas diferencias menores en las expresiones o formas de definir algunos conceptos. Y lo mismo ocurre con las personas de la comunidad latina.

La creadora de contenido Patricia Fernández, compartía un vídeo a través de redes sociales en el que comentaba alguna de las peculiaridades en su forma cotidiana de expresarse debido a haberse criado en Asturias. Y es que, aunque algunas de ellas eran fáciles de adivinar por el contexto de la frase, había una palabra que ‘rechina’ al oírla por alguien que no esté acostumbrado a ella.

Pareciera un insulto, pero, aunque sí se trata de un calificativo negativo, no pretende faltar al respeto. Se trata de la palabra ‘repunante’, que no se debe confundir con repugnante, aunque suenen muy parecido. En Asturias se dice que una persona es ‘repunante’ cuando se comporta de manera desagradable, caprichosa o demasiado suspicaz hacia cualquier suceso.

Según el Diccionario General de la Lengua Asturiana (DGLA), ‘repunante’ define a quien protesta por todo, que todo le molesta o que se enfada fácilmente. En castellano, que tenemos ‘nombres mil’ para todo, podría traducirse a algo parecido a quisquilloso, repipi, melindroso, puntilloso, quejica, etc. Es importante conocer la riqueza del idioma ya que, de no saberlo, uno podría molestarse u ofenderse sin motivo, ser un poco ‘repunante’ tal vez.

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