La pareja de moda del fútbol europeo, Yamal y Nico, pusieron Marbella patas arriba tras su visita durante una semana, donde celebraron el título de La Roja con unas merecidas vacaciones. Los campeones de Europa arrasaban por donde pasaban. Yamal, un enamorado de Marbella, contagió a Nico Williams para que le acompañara a esta zona de Andalucía que tanto le gusta. Le dijo : «Bro, si ganamos, chachi unas vacaciones a Marbellita, que no sabes cómo mola». Y así hicieron y emprendieron la aventura a lo grande. Para festejar su triunfo eligieron alquilar por una semana una de las villas más lujosas de la zona de Nueva Andalucía.
Ese lugar, a un paso de Puerto Banús, fue su cuartel general, una mansión al lado de la del hermano de Nico, que fue el encargado de buscarles la finca. Allí acamparon los jugadores con veinte amigos más y dos personas de seguridad que contrataron en la ciudad. A pesar de la privacidad con la que se reservó la casa, el lugar estaba lleno siempre de jovencitas que se acercaban a las inmediaciones para verlos entrar y salir, y algunas hasta luchaban por una selfie.
Siguiendo la ruta de Froilán
Todo fue puro salseo en las vacaciones más codiciadas de los deportistas. Para pasar su día de playa eligieron Opium, el paraíso del verano para muchas «celebrities». Entre ellas, Froilán y Victoria Federica, sobrinos del rey Felipe VI. Allí fueron atendidos por su CEO Javier Calle, empresario e íntimo amigo de los Borbón-Marichalar, que arrastra a este club a la aristocracia más noble. Los dos futbolistas se sintieron desde el primer momento como si estuvieran en casa. Acompañados de dos guardaespaldas y unas veinte personas de séquito, disfrutaron de la zona vip del club.
Desde su apertura, Opium se ha hecho con uno de los puestos más altos en el top de los «beach clubs» de Europa. Parte de la magia de este lugar proviene de su ubicación en una de las mejores playas de arena blanca de la ciudad. Desde su apertura se ha convertido en una leyenda entre los correligionarios de este tipo de club. Yamal y Nico sabían que C-H6cFpOy3d|||images/play_instagram.jpg
Ni el mismísimo Cristiano Ronaldo causó este revuelo cuando estuvo en la ciudad de la Costa del Sol. Yamal y Nico miraban atónitos cómo alrededor del club de playa, detrás de las vallas, se iban congregando niños de todas las edades que querían verlos junto a sus padres. Pero esto no ocurrió en una sola ocasión. Allá donde iban, los mirones les perseguían ávidos de una foto o autógrafo.
[[H2:«Dolce far niente» con Aitana]]
En Puerto Banús ocurrió lo mismo. Yamal entró en Rolex para comprar relojes, y cuando salió de la tienda se le abalanzó encima una multitud tan grande que tuvieron que redoblar la seguridad del recinto portuario, según detalla a LA RAZÓN el gerente del mismo, Juan Núñez. Los que estaban dentro decían no haber visto nada igual con otras celebrities que habían acudido al lugar: «Los niños pequeños lloraban de la emoción de tenerlos tan cerca». Los campeones intentaban agradar en la medida de lo posible y posaron y firmaron autógrafos a todos los que así se lo pedían.
Los dos jóvenes saborearon a tope las jornadas a lo «dolce far niente». Por las noches les gustaba mover el esqueleto en las discotecas Xcess, y en el antiguo Dreamer, donde pinchan los DJs más top. Ambos quisieron darlo todo antes de incorporarse a sus quehaceres futbolísticos. Mientras, en el Barça siguen trabajando en el fichaje de Nico Williams, ahora extremo del Athletic Club.
Se da el caso que dos de los locales que frecuentaron, Opium Marbella y Xcess, son propiedad del Grupo Costa Este, cuyos principales accionistas son los hermanos Bordas, directivos también del Barça. La dupla más carismática del fútbol europeo tenía pensado, en principio, abandonar Marbella el día 28, pero finalmente alargaron su estancia hasta el día 31. Así, Yamal pudo ampliar su agenda de ocio y no faltó al concierto de Starlite Occident de su amiga Aitana, al que había invitado personalmente el día que la cantante actuó para la Roja en Madrid. Ambos han posteado la foto en sus redes sociales y presumen de una bonita amistad. Yamal, en el palco con sus amigos, disfrutó de lo lindo y han dejado claro que volverán pronto por Marbella. Eso sí, bajo la atenta mirada de su representante –que es el mismo que el de Ronaldo–, que les acompañó a Marbella para controlar todos sus movimientos. Yamal es menor de edad y se aseguró de que no aparecieran fotos de él en lugares de ocio nocturno, reservados a adultos.
En uno de los locales, de hecho, hubo un pequeño incidente, tal y como una de las chicas que allí estaba desvela a este periódico: «Yamal, muy mono, se iba hacer el selfie conmigo, pero su representante parecía su padre, era antipatiquísimo. Luego, fuera, me pude hacer la foto y la tengo en mi Instagram ya puesta».
