La pescadilla de la precariedad hostelera: provoca una rotación de plantillas que enquista la malas condiciones laborales

La pescadilla de la precariedad hostelera: provoca una rotación de plantillas que enquista la malas condiciones laborales

Las malas condiciones laborales de la hostelería, casi las peores de toda la economía española, espantan a muchos trabajadores. El salario medio en el sector es de 1.390 euros brutos al mes en 12 pagas, 740 euros menos que la media estatal. “Como los salarios son tan bajos y hay tanto abuso de horas, nadie quiere trabajar en este sector. Nadie tiene vocación. La mayoría acaba aquí, y me incluyo, por necesidad, porque hay mucha demanda”, relata Ximena Soutelo, argentina residente en Valencia de 40 años. La precariedad del sector, en su opinión, hace que muchos trabajadores apenas aguanten en sus puestos. Coincide con la visión de Laura Galán, camarera de 26 años: “Hay mucha rotación porque la gente ve lo que hay y no le gusta. Se va en busca de otra cosa”. Esos cambios constantes de plantillas a los que aluden restan fuerza en la negociación colectiva a los trabajadores, ya venida a menos porque la mayoría de negocios son minúsculos y apenas hay afiliación a los sindicatos. Esto deja en cueros a los representantes de las plantillas, sin apenas herramientas para arrancar mejores condiciones a los empresarios de un sector de bajo valor añadido, muy poco productivo.

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La patronal se defiende

Emilio Gallego, secretario general de la patronal Hostelería de España, recuerda que las condiciones económicas de la hostelería “están amparadas por una negociación colectiva que se desarrolla con los sindicatos y las patronales”. A la vez, destaca que “el salario se debe comparar con el precio de la hora trabajada; La hostelería tiene por debajo numerosas ocupaciones en diferentes sectores cuya retribución por hora resulta inferior”. No especifica la fuente de este dato. A partir de las cifras de la EPA de 2022, según los cálculos de este periódico solo hay dos actividades con una menor retribución por hora de trabajo, el campo y el empleo doméstico. También destaca que la jornada pactada media de los convenios en el sector está en 39 horas semanales, “similar a otros convenios”. La diferencia respecto al resto es de una hora (39,4, frente a la media es de 38,2), pero esto no impide que sea la actividad con la jornada pactada media más larga de toda la economía.

A la vez, Gallego considera que la mejora de la productividad es “fundamental” para seguir creciendo: “Este es el reto principal que afronta el sector, seguir ganando rentabilidad, cualificando la oferta y profesionalizando la gestión, es la base de poder retribuir mejor el trabajo. Sin duda, el incremento que se ha producido en el último año en las retribuciones obedece a un entorno en el que cada vez se cotizan más las personas profesionales, siendo cada vez más escasas, porque hay que tener en cuenta que pese a las dificultades, el sector no para de crecer y ofrecer nuevos empleos, situándonos en estos momentos rozando los dos millones de personas empleadas en la hostelería”.

El responsable de hostelería y turismo de UGT, Omar Rodríguez, hace otro análisis: “La sociedad española, culturalmente, tenía asumido que en ciertas posiciones, como la de camarero, se tiene que trabajar tanto y por tan poco sueldo porque sí. Esa mentalidad está cambiando desde la parte de los trabajadores, pero no de los empresarios. Siguen igual. Están en fase de resistencia, pero desde la pandemia se ha acabado esto de vivir para trabajar. Los empleados de hostelería también queremos nuestra vida personal, es una realidad irrefrenable”. Insiste en que los resultados del sector, que reflejan un aumento de visitantes y del gasto medio, avalan que acelere la mejora de las condiciones laborales: “No hay conciencia de que hay que repartir beneficios”. 

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