La Policía belga registra la oficina de un asistente en el PE en una investigación sobre injerencias rusas

La Policía belga registra la oficina de un asistente en el PE en una investigación sobre injerencias rusas

La policía judicial belga ha registrado este miércoles la oficina de un asistente de un eurodiputado en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas en la investigación de un supuesto caso de injerencia rusa, informó la Fiscalía federal en un comunicado.

Un juez de instrucción de un tribunal de Bruselas ordenó también hoy el registro del domicilio de ese empleado en el barrio de Schaerbeek y de su despacho en el edificio de la Eurocámara en Estrasburgo (Francia), que se llevó a cabo en colaboración con Eurojust y las autoridades judiciales francesas, precisa el mismo comunicado.

Las búsquedas forman parte de una investigación iniciada el pasado abril relativas a “un caso de injerencia, corrupción pasiva y militancia a una organización criminal, y se refieren a indicios de injerencia rusa”, indicó la Fiscalía.

Según se sospecha, trabajadores en el Parlamento Europeo habrían sido pagados “para promover la propaganda rusa a través del sitio web información Voice of Europe”.

La Fiscalía precisó que “hay indicios de que el empleado del Parlamento Europeo jugó un papel importante en este asunto”.

Por su parte, fuentes de prensa del Parlamento Europeo señalaron no poder comentar investigaciones en curso.

“El Parlamento Europeo colabora plenamente con las autoridades policiales y judiciales para ayudar al curso de la justicia y continuará haciéndolo” y que en ese contexto, se facilitó el acceso a la oficina este martes, según las mismas fuentes.

La prensa neerlandesa identificó a uno de los afectados, con fuentes europarlamentarias, como el francés Guillaume Pradoura, exmiembro de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen; y exempleado de Maximilian Krah, eurodiputado del AfD alemán. En la actualidad, es asistente de Marcel de Graaff, eurodiputado neerlandés de Foro para la Democracia (FvD), la extrema derecha de Países Bajos.

“Hoy me enteré a través de los medios de comunicación de que la vivienda y la oficina de mi empleado, el Sr. Pradoura, fueron registradas. Para mí, todo esto es una completa sorpresa. Además, no tengo ninguna implicación en ninguna supuesta operación de desinformación rusa. Tengo una convicción política propia y la difundo. Esa es mi tarea como europarlamentario”, señaló De Graaff en un breve comunicado.

Además, agregó: “Hasta donde puedo juzgar, parece que esta acción de las autoridades está dirigida principalmente contra el AfD por miedo a un buen resultado electoral”.

El pasado abril la Fiscalía federal de Bélgica informó de una investigación sobre las injerencias de Rusia en políticos europeos, incluyendo pagos a diputados del Parlamento Europeo, para diseminar su propaganda.

La investigación concierne a la red de propaganda afín al Kremlin que ha sido descubierta tratando de influir en el Parlamento Europeo y en las próximas elecciones europeas del 6 al 9 de junio, cuyas actividades pueden ser consideradas delitos en Bélgica.

“La investigación muestra cómo Moscú se acercó y también pagó a eurodiputados para promover la propaganda rusa aquí. La inteligencia belga ha confirmado la existencia de una red de interferencia prorrusa con actividad en varios países europeos y aquí en Bélgica”, indicó el pasado abril el primer ministro belga, Alexander De Croo.

De Croo explicó entonces que sus servicios de inteligencia “tienen claro” que el objetivo de Moscú era ayudar a que más candidatos prorrusos salgan elegidos en las elecciones al Parlamento Europeo el próximo mes de junio para reforzar la narrativa prorrusa en la institución.