La princesa Leonor y la infanta Sofía se han metido a buena parte de la opinión pública en el bolsillo. Hacía tiempo que se reclamaba una mayor exposición de la que aspira a ser reina de España y su hermana pequeña, y en los últimos meses Casa Real ha superado todas las expectativas. La guinda del pastel ha llegado con la presencia en solitario de las dos hermanas en los Juegos Olímpicos de París, donde a lo largo de varios días han demostrado su apoyo a los deportistas patrios con una lección de naturalidad que ha encandilado no solo a los medios nacionales, sino también a los extranjeros.
Desde la revista francesa “Point de Vue” -considerada ‘la biblia’ del Gotha- hasta el tabloide inglés “The Daily Mail”, casi todos han caído rendidos a la princesa Leonor y a la infanta Sofía. El magacín alemán “Bunte” no ha tardado en hacer lo propio y ha destacado a la heredera del trono como un soplo de aire fresco que ha venido muy bien a la imagen de la Corona.
Larissa Jerger, la periodista que firma el reportaje, repasa sus últimos días en París y recalca lo “sorprendente” que le ha parecido su actitud relajada y distendida con los deportistas con los que se reunió. “En lugar de estrechar la mano con rigidez como muchos otros miembros de la realeza, Leonor incluso saluda a algunos atletas con un beso en la mejilla”, comenta la cronista, que añade: “Se muestra particularmente cercana a la gente y con los pies en la tierra”.
Incluso la compara con otras jóvenes altezas, como el príncipe George de Inglaterra, al que la Casa Real británica vistió con un look excesivamente formal en el último evento deportivo que atendió, la final de la Eurocopa en Berlín. “Leonor de España, en cambio, usa una camiseta deportiva, jeans y zapatillas de deporte”.
En su conjunto, Jerger concluye que se trata de una estrategia medida y estudiada por Casa Real para cumplir un claro objetivo, “acercar la realeza al pueblo para ganar popularidad”. “Las escenas en el recinto olímpico envían claramente un mensaje: Leonor asume el trono como una princesa heredera emancipada, auténtica e igual al pueblo”, sentencia la periodista de “Bunte”.
Visto lo visto, ninguna duda cabe de que la institución ha jugado bien sus cartas y por fin remonta en popularidad tras unos años complicados en los que los deslices o desaciertos de algunos llegaron a pasar factura al núcleo duro de la Familia Real.
