A Kate Middleton el silencio le salió muy caro. El hecho de
querer ocupar un discreto papel secundario cuando fue diagnosticada de cáncer
supuso un reto para Buckingham y los cimientos mismos de la Corona británica.
Más suerte en esta empresa encuentra la princesa Charlène de Mónaco, que
también goza de temporadas aislada del mundo, alejada de la atención mediática
y sin deseo alguno de hacerse notar. Pero a ella nadie se lo echa en cara. Al
menos ya no tanto, pues se han normalizado tanto sus ausencias que el hecho de
que esté desaparecida del mapa se ha visto como algo carente de novedad. Sin
embargo, la prensa alemana ha puesto el foco en que sus días podrían ser muy
tristes, más de lo que se han dado a entender en un principio, provocando un
tsunami de preocupación por la mujer del príncipe Alberto II de Mónaco. ¿De qué
se esconde? ¿Por qué sonríe cuando sus ojos muestran tristeza?
Mientras que la princesa de Gales batalla contra el cáncer,
la de Mónaco lo hace contra las secuelas psicológicas de verse atrapada en
Sudáfrica alejada de su marido y sus hijos. Una grave infección otorrinolaringológica
le hizo pasar por quirófano hasta en tres ocasiones en cuestión de meses y puso
su vida en serios peligros. Por fortuna se recuperó. Al menos sí en el aspecto
físico, porque las heridas del alma aún le provocan dolor suficiente como para
contextualizar sus ausencias en el normal funcionamiento del Principado. “Está
rodeada de gente, tiene sus propios sirvientes y, sin embargo, a menudo parece
que está completamente sola. Desde que volvió ha estado en gran medida
protegida”, destacan desde la revista alemana ‘Bunte’, haciendo estallar de nuevo
las alarmas sobre su situación.
“Su cuenta de Instagram, en la que documentó su estancia en
Sudáfrica en 2021, hace tiempo que es cosa del pasado y en la oficial de la
familia real normalmente solo desempeña un papel secundario”, destacan en la
citada publicación, haciendo un análisis de su desaparición pública. También
yendo más allá en sus afirmaciones, poniendo el foco en cómo son sus difíciles
días alejada del mundo, sintiéndose sola en muchas ocasiones. Destacan que ya
no tiene en quién confiar, una persona a la que confesarle sus temores sin
miedo a que sean filtrados a la prensa y protagonice un nuevo escándalo. De ahí
que ahora opte por guardar silencio, aunque eso suponga acrecentar poco a poco
el peso de la mochila que soporta sin ayuda: “Necesita apoyo”, mantienen, a la
vez que recuerdan aquellas palabras que la exnadadora sudafricana hizo suyas: “Si
quieres progresar rápidamente, debes ir solo. Si quieres llegar lejos, ve con
otros”.
Pero el silencio de la princesa Charlène será roto por su
marido. El príncipe Alberto de Mónaco prepara un nuevo documental, que verá la
luz el próximo mes de agosto en la televisión alemana. Ha sido la cadena ZDF la
que se ha hecho con los derechos de ‘Los hijos del principado de Mónaco:
esplendor y drama’, donde el soberano confiesa cómo vivió en primera persona –aunque
desde la distancia- la enfermedad de su esposa. Aunque la expectación es máxima
por conocer su punto de vista, ya se han ofrecido pequeños avances del
contenido que provocará ríos de tinta: “No es fácil afrontarlo. Es difícil aparecer
en público y dar discursos. Tuve que aprender muy joven lo que se esperaba de
mí”, asegura en la entrevista que aún no ha visto la luz, pero que ya está
haciendo ruido.
