La promesa que tiene que cumplir ahora Teresa Perales: no le va a gustar

La promesa que tiene que cumplir ahora Teresa Perales: no le va a gustar

Teresa Perales ya es la mejor deportista española de la historia al conseguir su medalla 28 en unos Juegos. Fueron dos centésimas lo que permitió a Teresa Perales ganar el bronce en los 50 espalda, clase S2, y tocar la pared antes que la italiana Ángela Procida. De esta forma, se convirtió en París en leyenda de la natación paralímpica y del deporte mundial, ya que con 28 medallas igualó a Michael Phelps, el ‘tiburón de Baltimore’, que ganó el mismo número de preseas en cinco Juegos Olímpicos.

“Trabajo, trabajo y trabajo. Eso es lo que hay detrás de Teresa Perales aunque también hay algo mágico detrás de ella”, declara Laureano Gil, coordinador de natación de la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física, a la que pertenece Teresa.

No muchas personas son capaces de aguantar el ritmo de entrenamientos, competiciones y sacrificio que lleva Teresa Perales desde hace años. Muchas veces se levanta a las 6:30 de la mañana, viaja a Madrid en tren para entrenar con su equipo, el Club Natación Pozuelo, junto a su entrenador Darío Carreras, y regresa a Zaragoza para dormir en casa con su familia.

Todo ese esfuerzo ha servido para que Teresa, que usa silla de ruedas desde los 19 años debido a una enfermedad, cumpla el último gran sueño. Ese que parecía imposible aunque para ella esa palabra no entre en su vocabulario. Es una luchadora nata y su capacidad de superación, resiliencia y pundonor no tiene límites.

Por todos esos valores, Teresa Perales es una de las grandes deportistas españolas de la historia tras una larga carrera como nadadora que comenzó en los Juegos Paralímpicos de Sidney 2000. Además, su carácter, afable, llega a la gente y alcanza el corazón de todo aquel que la conoce. Por eso, en París, en la zona mixta de la piscina de la Defense Arena, fue recibida por los periodistas españoles que cubren los Juegos Paralímpicos con aplausos, besos y lágrimas en los ojos.

Ahora falta saber si va a cumplir la promesa que le hizo en una entrevista hace años a Carlos del Amor en Televisión Española. El periodista le recordó que tras ganar un Mundial se rapó el pelo como había prometido.

Después de enseñarle la foto, el periodista le propuso otra promesa si conseguía medalla en los Juegos de París. Ella, en la entrevista, duda unos instantes. O rastas o raparse, porque, como dice, el pelo siempre vuelve a crecer. Pero al final, entre las dos cosas, elige raparse.

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