La reconstrucción sigue ausente un año después del terremoto en Marruecos

RMAG news

“Es inconcebible que un país que se dispone a organizar una Copa del Mundo de Fútbol tolere este sufrimiento”, reflexiona en voz alta el campesino Said Ait Mehdi, de 32 años, ante los restos de su casa en Tadafel, donde la mitad de las viviendas resultaron destruidas por el terremoto que golpeó el Alto Atlas en 2023. Los montañeses bereberes siguen aislados un año después del seísmo, en un Marruecos que parece avanzar a dos velocidades. Es posible recorrer en tres horas y media los 325 kilómetros que separan Rabat de Marraquech, pero lleva casi el mismo tiempo atravesar el centenar de kilómetros que distan desde la ciudad imperial del sur hasta esta arcadia pastoral convertida en una pesadilla de ruinas y tiendas de campaña para una gran parte de sus 350 habitantes. Enclavada entre los municipios de Talat N’Yakub y Aghil, en el epicentro del terremoto de 6,8 de magnitud que hace un año causó casi 3.000 muertos, sacudió 170 poblaciones y dañó cerca de 60.000 viviendas, nadie parece acordarse de Tadafel.

Seguir leyendo

Please follow and like us:
Pin Share