La regla de los nueve minutos: así se crían hijos felices y seguros

La regla de los nueve minutos: así se crían hijos felices y seguros

Las experiencias que tiene una persona desde que nace son sumamente importantes para su desarrollo y bienestar futuro, y así lo demuestran las aportaciones en neurociencia. Por ello, a la hora de criar y educar, resulta tan importante cuidar los hábitos y procurar que las experiencias que tienen nuestros hijos sean positivas, para así promover un desarrollo sano, una vida feliz y un apego seguro.

Que los padres intentamos ayudar en el desarrollo de nuestros hijos y ayudarlos a autorregularse durante todo el día, es algo evidente. Sin embargo, según la neurociencia, hay nueve minutos del día en los que tenemos que esforzarnos aún más con ellos. Todos tenemos este tiempo para dedicárselo, por muy poco tiempo que nos deje el trabajo. Y es que según esta neuropsicóloga, no son unos minutos cualquiera.

Tal y como explica en su cuenta de Instagram, @mybrainkids: “Hay tres cortos, pero cruciales momentos del día que son importantísimos para el correcto desarrollo del cerebro de tu hijo y su comportamiento”; afirma la neuropsicóloga Fernanda Guevara en su perfil. “Son nueve minutos que fortalecen el cerebro y los canales de comunicación”, continúa. Durante esos nueve minutos, se fortalece el cerebro y los canales de comunicación. Pero, ¿cuáles son esos tres periodos de tiempo? Y, sobre todo, ¿cómo ayudarles durante ese tiempo?

La importancia de los tres minutos antes de despertar

La ciencia nos ha enseñado que la manera en la que nos despertamos puede afectar de largo en el ánimo que tengamos durante todo el día, pasa igual con cómo despertamos a nuestros hijos. Si ya es complicado conseguir que un niño duerma solo, imagínate despertarlo de buena manera. Es mejor hacerlo de una manera suave, y no de una forma abrupta; sobre todo para intentar interferir lo menos posible en los ciclos de sueño. Por esta razón, la neurospsicóloga aboga por evitar decir ‘Vamos que llegamos tarde’ o espetar frases como ‘¡Que te levantes ya!’, mientras levantamos bruscamente las persianas, y optar por despertar a los niños en tres minutos de una forma más respetuosa:

“Acuéstate con él dos minutos más en la cama y dale un beso”, dice. “Intenta decirle que te encanta empezar los días a su lado o iniciar la conversación con un ‘¿qué va a ser lo más interesante que vas a hacer hoy?’”.

Los tres minutos tras salir del cole

Después de esos primeros tres minutos matutinos, vienen los de después de salir del cole. Según Guevara, resulta clave mostrar interés en lo que hacen en su día a día y en lo que les preocupa. Hacerlo es una forma de facilitar que confíen en nosotros como padres. Además, nos aseguraremos que, cuando tengan un problema, tengan la confianza para contárnoslo.

Hemos hablado anteriormente de las preguntas más convenientes a hacer a los niños cuando llegan del cole; en este caso, la neuropsicóloga explica que es importante no preguntarles directamente por lo que han hecho en clase y, por supuesto, evitar al máximo darles un aparato electrónico nada más salir para que no nos molesten. “Hay que intentar entablar conversación con un ‘estoy muy feliz de verte’, un ‘qué tal ha ido tu día’ o directamente contándoles qué es lo más interesante que hemos hecho en nuestro día”, afirma.

Los tres minutos antes de irse a dormir

La manera en la que los más pequeños se van a la cama puede condicionar la calidad de su sueño. Los pediatras advierten en no darles pantallas antes de dormir y tampoco realizar actividades excitantes.

En esta misma línea, la neuropsicóloga recomienda no amenazar a los niños si no quieren irse a dormir y tampoco mandarlos a dormir solos si tienen miedo. “Sería mejor establecer una conversación suave preguntándolos cuál ha sido el mejor momento de su día o recordándoles algo que nos gustaría agradecerles, como los valientes y lo perseverantes que son o que han sido en ese día en concreto”.