La ridícula entrada de Marta Luisa y Durek Verret a su boda, escondidos entre sábanas

La ridícula entrada de Marta Luisa y Durek Verret a su boda, escondidos entre sábanas

Se sabía que Marta Luisa de Noruega y Durek Verret iban a
hacer lo imposible para proteger la exclusiva de su boda, cedida a la revista ‘Hola’
y la plataforma de streaming Netflix. Se había hablado ya de cómo habían
prohibido los móviles durante la ceremonia para evitar filtraciones, aunque no
se tenía constancia del punto al que llegarían para evitar que las miradas
indiscretas se posasen en su mágico día. Así, se han presentado en Geiranger,
un pueblo situado en la costa noruega que servirá de telón de fondo de su ‘sí,
quiero’, escondidos detrás de sábanas blancas que les protegían de los flashes
de los paparazzi. Una escena un tanto surrealista teniendo en cuenta que la
novia es una princesa y que gran parte de sus invitados tienen sangre real o
han amasado fortuna en Hollywood.

A las 13 horas de este importante sábado 31 de agosto, Durek
Verret salía del hotel Union para subirse a un coche que le acercase al altar.
Lo hacía detrás de una sábana blanca que impedía que se le viese, como así ha hecho después la que está llamada a ser su esposa en cuanto acceda al recinto nupcial. La escena ha provocado mucho resquemor entre su pueblo, que echa humo en las redes sociales entre críticas y también mucha chanza. Menos
reparos han tenido otros miembros de la familia a ser fotografiados, pues no
tienen intención alguna de participar en este espectáculo, menos aún a posar
para la exclusiva y contribuir al negocio que está suponiendo esta polémica
boda real. Así lo hicieron los Reyes Harald y Silvia de Noruega, así como los
herederos Haakon y Mette-Marit, y los hijos de estos.

También otros royals como
fue el caso del príncipe Constantin y la princesa Laurentien de Holanda, los
hermanos Victoria y Carlos Felipe de Suecia con sus respectivos cónyuges. Todos
han llegado con total normalidad, paseando, dejándose fotografiar y saludando a
los curiosos, dejando claro su respeto al pueblo noruego y su deseo a no apoyar
la exclusiva.

También las propias hijas de la novia han logrado caer en
los objetivos de los profesionales gráficos que buscan informar sobre el enlace.
Las hijas que tuvo fruto de su anterior matrimonio con Ari Behn, han arropado
la boda de su madre con Durek Verret. Al menos sí han estado presentes,
vestidas a juego con vestidos en tono champán, como así se ha podido ya confirmar.
Maud Angelica, la mayor, es una apasionada del arte, como así mostró en el
funeral de su padre cuando mostró con orgullo un retrato pintado por ella. La
mediana Leah Isadora, tiene un perfil más estilístico y tiene ya su propia
marca de maquillaje. Por su parte, Emma Tallulah, la pequeña, con 15 años,
siente predilección por el deporte, especialmente por la equitación, siendo a
su temprana edad una amazona con renombre.

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