La sanidad y la manipulación de la izquierda

La sanidad y la manipulación de la izquierda

Uno de los sectores que está en riesgo con la continuidad del sanchismo es la sanidad y su colaboración con el sector privado. Los votantes no son conscientes de lo que significa el radicalismo populista de corte comunista que impregna al Gobierno. Un ejemplo de ello es Mónica García que fracasó en Madrid, pero fue recompensada con un ministerio. Ni consiguió ser presidenta del gobierno madrileño, ni pudo impedir la mayoría absoluta de Ayuso. Contó con un desmesurado apoyo de los medios de comunicación e incluso llegamos a creer, dicho irónicamente, que es la única mujer que es médico y madre. García es otro ejemplo del pijo progresismo de la izquierda caviar surgido de las clases privilegiadas. El sanchismo y sus aliados tienen una obsesión por determinados sectores de la sociedad como son los periodistas, los jueces y los empresarios. El resultado de los gobiernos de izquierdas siempre se traduce en despilfarro, mala gestión y frentismo ideológico. Es una realidad objetiva que confirma las series económicas. Tras su paso, el efecto es como si una horda de hunos o mongoles hubiera irrumpido en la Administración.

La devastación siempre es enorme, aunque tenemos la suerte de que los comunistas como Mónica García, Yolanda Díaz e Iñigo Errejón no han gobernado nunca en solitario en España, porque entonces se tardaría décadas en superar el desastre. Es algo que se puede constatar en los países que han gobernado. García querría acabar con la colaboración entre la sanidad pública y la privada, que es un modelo de eficacia y ahorro de recursos. No hay ninguna razón lógica o datos que avalen a una ministra que se manifestó este domingo contra Ayuso, que es su principal obsesión. Es algo en lo que coincide con Sánchez que ha lanzado desde las cloacas del Estado que controla con mano férrea, incluso cuando sea pasea en Falcón, una operación repugnante contra la pareja de la presidenta madrileña. Los españoles pueden estar tranquilos porque García no tiene votos para sacar una ley en contra de la Sanidad que nos conduciría a uno de esos modelos populistas, como sucede en Iberoamérica, que son una catástrofe. Es bueno que los españoles piensen si quieren votar sanchismo en las europeas, porque apoyarle servirá para que destroce la colaboración público-privada en la Sanidad.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)