La UE encara el riesgo de funcionar con el motor franco-alemán deteriorado

La UE encara el riesgo de funcionar con el motor franco-alemán deteriorado

La Unión Europea ha demostrado que es absolutamente viable sin el Reino Unido; pero parece muy difícil que pueda funcionar con un eje París-Berlín —la verdadera fuerza motriz política y económica de la Unión— deteriorado. Francia y Alemania —Emmanuel Macron y Olaf Scholz—, los dos grandes del club comunitario, han sufrido un inmenso varapalo por parte de la extrema derecha en las elecciones europeas. El auge de las fuerzas ultras, que ya se han anclado en Italia, amenazan con paralizar al corazón de la UE. El eje había sufrido distorsiones en los últimos tiempos, pero tiraba del bloque. Ahora, la amenaza de la derecha de la derecha, que tiene una visión distinta del proyecto europeo y la incertidumbre sobre el futuro de Macron y la coalición de Gobierno de Scholz, no solo deja al motor comunitario seriamente tocado, sino que podría dinamitarlo. Todo esto ocurre en un momento en el que Europa necesita un cambio radical para no quedarse atrás.

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