Las adolescentes que dejaron de compartir ‘stickers’ para proteger su mente de la barbarie

Las adolescentes que dejaron de compartir ‘stickers’ para proteger su mente de la barbarie

Se puede estar expuesto a una imagen que uno no quiere ver, o lo que es peor, mirarla sin ser consciente de si se quiere o no. Es lo que les pasó a Sophia y Eva cuando tenían 14 años (ahora tienen 16 y 17). Tenían un grupo de amigos por Discord —un chat que se utiliza para mantener conversaciones mientras se juega a videojuegos—, y de ahí pasaron a crear un chat grupal en WhatsApp. “Eran casi todos chicos más mayores, iban a pasar a primero de bachillerato… mandaban stickers súper pornográficos, machistas y racistas”, cuenta Sophia. Eva va un paso más allá en su descripción: “Recuerdo que pasaron uno de una niña como de un año, era una bebé, que estaba en la cama y básicamente la estaban violando… se veía a la niña desde arriba y del chico no se veía la cara”. También les mandaban stickers de gente suicidándose o matando a otras personas.

Seguir leyendo

Please follow and like us:
Pin Share