Aunque hace meses que tiene concedido el plácet, el nuevo embajador de Israel en España, el diplomático Zvi Vapni, aún no se ha incorporado a su puesto y nadie sabe cuándo lo hará. La jefatura de la Embajada israelí en Madrid está vacante desde que, en mayo pasado, el Gobierno de Benjamín Netanyahu llamara a consultas a su antecesora, Rodica Radian-Gordon, en protesta por el reconocimiento del Estado palestino por parte de España, que calificó como “una recompensa a los asesinos de Hamás” e ilustró con un vídeo en el que mezclaba imágenes de una parodia de baile flamenco con otras reales de los ataques terroristas del 7 de octubre. Las descalificaciones y palabras gruesas evidencian la irritación de las autoridades israelíes ante las críticas del Gobierno español a sus bombardeos indiscriminados sobre Gaza y el deterioro de una relación bilateral que atraviesa su peor momento desde que España reconoció a Israel, en 1986.
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