El Gobierno es consciente de que está inmerso en un problema de consecuencias impredecibles: para contentar al separatismo y lograr la investidura de Salvador Illa, ha cedido al independentismo con el concierto fiscal y eso ha despertado una ola de indignación social y política que está tensionando incluso al propio PSOE. Moncloa, para frenar el desgaste que está sufriendo Pedro Sánchez, ha pasado al contraataque y busca poner el foco en el PP, al que acusa de estar dividido en torno a la reforma del sistema de financiación, circunstancia que, a juicio de María Jesús Montero, hace inviable llegar a un acuerdo con los populares. Sin embargo, el PP ha reaccionado de inmediato y el portavoz Borja Sémper ha anunciado que todos los líderes territoriales del partido han firmado un manifiesto conjunto para exhibir unidad al rechazo al concierto fiscal, una manera de desmontar el relato que trata de imponer el Gobierno.
El manifiesto, de tres páginas, advierte de que los barones populares van a emprender todas las “acciones legales a su alcance” para frenar el acuerdo fiscal entre PSC y ERC y, en la reunión que van a celebrar el próximo 6 de septiembre, van a “empezar a articular una respuesta democrática en todos los ámbitos” consensuada entre las autonomías y de la “máxima firmeza”. El documento señala que el concierto fiscal, que supone la entrega a la Generalitat de la gestión y recaudación de los impuestos pese a la merma de recursos que puede suponer para el resto de autonomías, es un “intento
ilegítimo de modificar” la Constitución y el modelo de
Estado “por la puerta de atrás”, al dictado de quienes “nunca han
aceptado la igualdad y la solidaridad de los españoles”.
“Es un modelo sin paralelos ni precedentes entre las naciones de
nuestro entorno, que se aleja tanto de los Estados centralizados
como de un verdadero modelo federal de lealtad y solidaridad”, sentencian los barones populares, quienes consideran que el PSOE “dinamita no solamente la autonomía y la Hacienda del Estado, sino su capacidad y mandato
constitucional de velar por la solidaridad entre Comunidades
Autónomas”.
Según ha expuesto Sémper, el manifiesto “pretende dejar claro” la “unidad de criterio” en la “defensa de la igualdad de todos los españoles”. De esta manera, también, el PP busca desmontar las acusaciones del Gobierno y María Jesús Montero de que haya división en el partido ya que los socialistas buscan culpar a los populares, que gobiernan en 14 de las 19 autonomías, de las dificultades de llegar a un acuerdo en materia de financiación.
Sémper ha recalcado que el manifiesto es un “frente por la igualdad” que “marca la posición del PP” en este tema. “La posición de los presidentes del PP es la defensa a ultranza de la igualdad de todos los españoles. No hay ninguna fisura ni la va a haber por mucho que el Gobierno va a aventar esta idea”, ha señalado Sémper, quien ha insistido en la “unidad de criterio” de su partido para “responder a los retos” de España en materia de financiación autonómica, haciendo alusión a la financiación a de los servicios públicos, las garantías de “cierta estabilidad” para los ciudadanos y la “igualdad”.
Sémper ha advertido de que el acuerdo fiscal entre PSC y ERC “perjudica” a los españoles y también a los catalanes ya que es la forma de Sánchez de “dar la razón a los independentistas”. “Este Gobierno es un cachondeo y nos trata a todos por tontos, también a ERC”, ha afirmado, contundente. “Nosotros no mercadeamos. Nos interesa mucho más la política de Estado que el politiqueo”, ha añadido. De hecho, este manifiesto es la antesala de la reunión con todos los barones que ha convocado Feijóo para el próximo 6 de septiembre. En ese encuentro, Feijóo buscará sellar la unidad de acción de todos los barones sobre la reforma del sistema de financiación.
Además del manifiesto, el PP también va a promover mociones en ayuntamientos y parlamentos autonómicos para que los grupos parlamentarios y, sobre todo, el PSOE vayan posicionándose en cada rincón de España sobre el concierto fiscal catalán. De esta manera, el PP también contraataca y ahonda en las fisuras del PSOE, ya que ha habido voces de peso (Josep Borrell) y barones (Emiliano García-Page y Adrián Barbón) que han puesto ya el grito en el cielo contra la cesión fiscal al separatismo. El debate en torno a la financiación autonómica ha irrumpido tras el acuerdo entre PSC y Esquerra, que obliga al Gobierno a ceder la recaudación y la gestión de los impuestos en Cataluña a la Generalitat, algo que puede mermar los recursos del resto de autonomías.
El PP ya ha ido desgranando sus propuestas en materia de reforma del sistema de financiación. En este sentido, en la entrevista publicada en LA RAZÓN con el vicesecretario de Economía, Juan Bravo señala que apuestan por la multilateralidad en la negociación para que todas las autonomías estén en pie de igualdad, por la creación un fondo para el tránsito hasta el nuevo sistema de financiación, por la reducción de los plazos de liquidación de dos años a uno y por la necesidad de tener en cuenta como variables, a la ahora de distribuir los fondos, la dispersión de la población, el envejecimiento, los costes de vida o el coste efectivo de la prestación de los servicios. También abogan por incluir la cogobernanza de los fondos europeos y las inversiones.
