«Se os ha escapado», decía entre carcajadas la influencer Lola Lolita a la prensa que la recibió en el aeropuerto, recién llegada de Maldivas. Se refería a Victoria Federica de Marichalar, una de sus compañeras de aventura en el archipiélago del Pacífico junto a otros rostros conocidos y compañeros del concurso «El Desafío» en el que han participado, como Genoveva Casanova o Susi Caramelo. Los reporteros se quedaron con las ganas de plantar la alcachofa a la hija de la Infanta Elena, que se esfumó sin dejar rastro del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas, aunque teniendo en cuenta la información que maneja LA RAZÓN, lo más probable es que ni siquiera aterrizara en la ciudad ni que abandonara el continente asiático.
Tal y como este periódico ha podido confirmar, Victoria Federica de Marichalar abandonó a su grupo un poco antes de que todos regresaran a España desde Maldivas para tomar otro vuelo con destino a Abu Dabi. La capital de los Emiratos Árabes se ha convertido en un destino frecuente en las vacaciones de la influencer desde que su abuelo el Rey Juan Carlos I estableció allí su residencia en 2022. Se unió así a su madre y a su tía, la Infanta Cristina, que puso rumbo a Oriente el 27 de julio tras pasar unos días en Mallorca, visitando a su madre la Reina Sofía en el Palacio de Marivent, según publicó «Vanitatis».
Juntas pasaron unos días acompañando al ex jefe de Estado, al que visitan con frecuencia siempre que sus agendas se lo permiten. Pero no ha sido Abu Dabi la única parada «secreta» –teniendo en cuenta que publica cada uno de sus destinos veraniegos en sus redes sociales– en el estío de Victoria Federica, sino que también recaló con su madre en uno de sus lugares favoritos, Marbella.
De hecho, la célebre ciudad de la Costa del Sol es una fija en el itinerario mediterráneo de la sobrina del Rey Felipe VI, que también incluye Formentera, Ibiza o Sotogrande, donde pasa unos días con su padre, Jaime de Marichalar.
Por donde no se ha dejado ver este año ha sido Marivent. Para disgusto de la Reina Sofía, que nada la haría más feliz que volver a reunir a todos sus nietos bajo el techo de su palacete balear, se está haciendo de rogar una imagen familiar y similar a las de antaño que, teniendo en cuenta los últimos acercamientos, parecía más cerca de producirse este año.
Pero parece que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía han sido las únicas nietas de doña Sofía que, obligadas por su agenda oficial, este año han honrado a Palma de Mallorca con su presencia. Llegaron tras su periplo por los Juegos Olímpicos de París y se quedaron unos días. Solo lo necesario.
Al comienzo de este verano se habló de un «deshielo» en Marivent que sugería un inminente reencuentro familiar en la isla, pero la realidad dista mucho de este escenario soñado. No por tensiones o estrategias de imagen, sino porque «los niños» de la casa ya no lo son tanto y cuentan con sus propias agendas. Trabajos, amigos, parejas y compromisos diferentes que hacen muy difícil cuadrar una fecha para reunir a una abuela con sus tres hijos, ocho nietos y una nuera.
