El gran malestar que viene gestándose en los institutos por el retraso por parte de las comunidades autónomas a la hora de anunciar cómo serán los exámenes de la nueva Selectividad, a la que más de 300.000 alumnos se presentarán en junio, ha estallado este viernes con una huelga en secundaria y concentraciones en decenas de ciudades. Las aulas de Bachillerato, y en algunos casos también de los últimos cursos de la ESO, se han quedado medio vacías en numerosos institutos, según han asegurado a EL PAÍS una docena de directores de Madrid, la Comunidad Valenciana, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia, Canarias, Baleares y Galicia. Como sucede en esta clase de convocatorias, que ha realizado en medio centenar de ciudades el Sindicato de Estudiantes, otros responsables de centros, a veces de los mismos territorios, afirman, en cambio, que la protesta apenas ha tenido repercusión en sus institutos. “No sabemos nada. Todavía no nos han contado cómo va a ser el examen”, se queja Roser Tordera, de 17 años, frente a la sede de la Consejería de Educación de la Generalitat valenciana, donde se han concentrado cientos de chavales. “Y los profesores no saben qué hacer. En algunas asignaturas trabajamos como el curso pasado, y en otras tenemos lecturas obligatorias porque no saben qué ponernos. No sabemos qué contenidos van a entrar y cuando llegue la hora se nos va a caer el pelo. Vamos a tener menos tiempo para estudiar”, dice Tordera, que cursa el Bachillerato Artístico.
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