Suenan llaves agitadas en el aire. Es el ruido de la protesta por la vivienda en Madrid este domingo. Jóvenes hartos de las subidas del alquiler que agitan sus llaveros, como símbolo de su indignación. En lugar del cacerolazo, un llaverazo. La juventud, gran perjudicada por la subida desbocada de la vivienda, ha sido este domingo la protagonista de una marcha masiva en Madrid por el derecho a la vivienda. Son afectados como Nayelhi Avilés, una universitaria de 23 años, que paga 525 euros por una pequeña habitación: “Los caseros se aprovechan mucho. Te quieren cobrar 600 euros por un zulo”.
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