Los trabajadores europeos retoman las huelgas como arma de protesta tras la pandemia

Los trabajadores europeos retoman las huelgas como arma de protesta tras la pandemia

Ni la tecnología, ni la inteligencia artificial, ni siquiera el teletrabajo han logrado terminar con las huelgas como arma de protesta contra las condiciones laborales o como vehículo para rechazar decisiones políticas y económicas. Francia vivió el pasado año un invierno y una primavera calientes por la reforma de pensiones de Emmanuel Macron, que retrasaba la edad de jubilación de los 62 a los 64 años. Varias huelgas generales, cortes de energía que paralizaron buena parte del país y hasta un paro general en la recogida de basuras en París hicieron revivir a los franceses los peores momentos de la conflictividad laboral del siglo pasado. Se calculó que hasta 3,5 millones de ciudadanos participaron en los paros y salieron a protestar a las calles de Francia.

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España terminó 2023 con un fuerte repunte de la conflictividad

España arrancó el año con un incremento notable de los conflictos laborales. En el primer trimestrehttps://elpais.com/economia/2023-06-30/las-horas-perdidas-por-huelgas-se-disparan-un-21-impulsadas-por-los-paros-en-la-administracion-y-la-sanidad.htmldebido fundamentalmente a los paros por las demandas salariales y de condiciones laborales en los sectores de las administraciones públicas, la Seguridad Social y la sanidad, entre otros. En mayo se registró el nivel más alto de conflictividad, con 322.846 horas de trabajo perdidas por huelgas y más de 112.000 participantes. En ese mes coincidieron en España varios conflictos en el sector aéreo con huelgas convocadas entre los pilotos, controladores aéreos, técnicos de mantenimiento de los aviones y personal de handling de distintas compañías, que afectaron al transporte y al turismo.

No obstante, en ese mismo mes de mayo patronal y sindicatos firmaron el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, amarrando las recomendaciones para las subidas salariales en los convenios 2023, 2024 y 2025. Esto calmó las aguas y en junio, las cifras estadísticas de conflictividad laboral que registra el Ministerio de Trabajo reflejaron un desplome del las horas perdidas por huelga, algo que los sindicatos atribuyeron a la firma del pacto salarial.

Sin embargo, esta mejoría de la conflictividad no duró. Y estas misma estadística de Trabajo al cierre de 2023 refleja un claro aumento de estas protestas. El pasado año, el número de huelgas (778) se incrementó un 14,5% respecto a 2022; el número de participantes en estos paros se elevó a 294.760, el volumen más alto desde 2018, después de aumentar un fuerte 53% en comparación con el año anterior. Mientras que la cantidad de jornadas no trabajadas por estos conflictos rozó el millón, tras aumentar un 39% respecto a un año antes.

 

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