Los Veintisiete apoyan a la misión de los cascos azules en Líbano y defienden su permanencia en el país

RMAG news

La Unión Europea ha comenzado a subir el tono contra Israel debido a los ataques de su Ejército contra los cascos azules de la ONU en Líbano (FINUL, por sus siglas en español). El máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, considera que estos hechos son «completamente inaceptables», unos términos utilizados por muchos de los ministros de Exteriores de los Veintisiete reunidos este lunes en Luxemburgo.

Durante este fin de semana, las tensiones han ido in crescendo. La FINUL denunció a las fuerzas israelíes por entrar a la fuerza en la misión con dos tanques y acabar hiriendo a 15 soldados. Si bien Israel asegura que no fue un ataque deliberado, a Bruselas le resulta difícil creer estas explicaciones. Borrell ha asegurado que «Líbano está pagando un precio muy elevado» y ha recordado que el 20% de la población ha tenido que desplazarse como consecuencia de los ataques de Israel. También ha alertado del peligro de que este país se convierta en «un segundo Gaza», si bien los libaneses «no son culpables» de los atentados de Hizbulá, la milicia respaldada por Irán. «No podemos abandonar a Líbano», ha asegurado en varias ocasiones durante la rueda de prensa tras la cita de los ministros de Exteriores.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha acusado a esta fuerza de paz de la ONU, establecida en el país desde 1978 en el sur del país, cerca de la frontera con el Estado hebreo de «proporcionar escudos humanos a los terroristas de Hizbulá» y ha exigido su retirada. En un mensaje de vídeo, el primer ministro israelí ha pedido al secretario general de la ONU, António Guterres, la salida de los cascos azules de manera inmediata. Unas palabras que han causado indignación en las cancillerías europeas, incluso en aquellas con una postura abiertamente proisraelí.

«Quiero recordar a todo el mundo que no es el secretario general de Naciones Unidas quien decide sobre la permanencia o no de esta misión. Es el Consejo de Seguridad quien tiene que tomar este tipo de decisiones», ha recordado Borrell. Israel ha declarado a Guterres como persona non grata y le ha prohibido su entrada al país al acusarle de «una conducta antisemita y antiisraelí». Este domingo, el ministro de Exteriores hebreo, Israel Katz, aseguró que esta decisión no tenía marcha atrás.

Desde los ataques de Hamás del 7 de octubre y la consiguiente respuesta de Israel, las cancillerías europeas han estado divididas sobre qué postura tomar. Mientras España, Irlanda y Bélgica han sido los países con una posición más crítica frente a la ofensiva del Ejército israelí sobre la Franja de Gaza, otros países como Austria, Hungría y Alemania han cerrado filas con el Gobierno de Netanyahu, en parte debido a los fantasmas históricos sobre el Holocausto.

Sin embargo, los ataques contra los cascos azules establecidos en Líbano han conseguido poner de acuerdo a todo el club comunitario. El ministro austriaco de Exteriores, Alexander Schallenerg, también se ha mostrado en contra de la retirada de esta misión de paz, a pesar de la tradicional postura de su país. «Exigimos a todas y cada una de las partes que respeten este mandato y respeten la seguridad y la protección de nuestros cascos azules», ha asegurado.

«El uso de la fuerza debe dar paso al uso del diálogo y la negociación, por eso, como la mayoría de los países del mundo, pedimos un alto el fuego tanto en Gaza como en Líbano», ha asegurado Jean-Noël Barrol, el titular de Exteriores francés.

«Lo que es inaceptable y lo único que pone en riesgo a esas tropas son los ataques que hemos visto y esa apertura de fuego sobre posiciones de FINUR por parte de Israel», ha afirmado el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares. Nuestro país se ha distinguido por su línea dura contra la ofensiva de Israel en Gaza, si bien en todo momento ha condenado los ataques terroristas de Hamás. En mayo de 2024, en una maniobra coordinada con Irlanda y Noruega reconoció el Estado palestino.

Hace meses, también pidió en una carta conjunta con Dublín la suspensión el Acuerdo de Asociación con Israel que incluye tanto la cooperación política como un pacto comercial. Una petición que fue acogida por frialdad tanto por parte de la Comisión Europea como del resto de países. Como alternativa, se decidió utilizar este foro para pedir explicaciones a Israel, pero esta reunión no ha podido celebrarse y no parece que vaya a suceder en un futuro cercano. El propio Borrell ha recordado que la relación política con Israel depende de las cancillerías europeas y que éstas deben tomar una decisión sobre qué hacer y así lo planteará en la próxima reunión de los ministros de Exteriores.

Por otra parte, los Veintisiete han adoptado durante esta reunión sanciones contra siete personas y siete entidades iraníes acusadas de transferir misiles balísticos a Rusia que después son empleados en la guerra contra Ucrania.

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