Maite Galdeano reconoce sus errores como madre y desvela una verdad oculta

Maite Galdeano reconoce sus errores como madre y desvela una verdad oculta

Maite Galdeano le ha tomado el relevo a su hija, Sofía Suescun, en el plató de ‘De viernes’, espacio en el que han entendido que se
podrán solucionar sus diferencias, ante la negativa de la joven a acudir a una
mediadora familiar. La madre suplica el perdón de su niña, a la vez que señala
a su yerno, Kiko Jiménez, como principal culpable de todos sus males. Lo hace
primero hablando del detonante de su disputa familiar que se ha saldado con su
expulsión de la casa: “Esta parte creo que Sofía se la
ha saltado para proteger a su novio. Pero yo fui testigo presencial. Y esa es
la realidad y la verdad”, comienza a narrar cómo el pasado 2 de agosto, viendo
el programa de los viernes de Telecinco, a Kiko elevó más de lo deseado el tono
contra su chica: “Cuando empiezan a salir las cosas, Kiko se levanta,
enraizado, y en voz bastante alta le dice que a ver si ella piensa que eso es
normal, si no cree que ha quedado como la puta de España”. Al parecer, su hija
se quedó callada, pero después le dio un ataque de ansiedad en mitad de una
discusión y Maite decidió intervenir.

 

“Ya te vale tío. Esas no son maneras de hablarle a mi hija”,
asegura que fueron sus palabras para rebajar la tensión, lo que provocó que los
tres discutiesen acaloradamente. Después la pareja decide arreglar sus propios
problemas por su cuenta y salen de la casa: “A mí me dan los nervios y me
empiezo a comer un trozo de piña y un melocotón. Luego voy a donde están ellos
y le insistí a Sofía que ya era suficiente, que viniera a casa, que ya estaba
bien”. A la mañana siguiente llegó la escena de los espejos en su gimnasio
personal en la que Sofía Suescun comienza su relato, olvidándose de la primera
escena: “Le dije, ‘¿a ti te parece bien la actitud que tuvo ayer tu novio ante
ti, con esas palabras y cómo se te dirigía? Porque a mí me parece fatal’. Y ahí
sí empecé a decirle que le tenía que dejar”, contextualiza.

Pero antes de todo eso ya había estallado la guerra entre
suegra y yerno. Al menos sí se la había declarado Maite a Kiko, a través de un
contundente mensaje enviado dos días después de que Sofía regresase a ‘Supervivientes’.
“Dos días antes hace llorar a s mi hija. Entra a la finca, le digo que tuviese
cuidado con el perro que iba a salir a la carretera. Me recriminó y dijo que
estaba harto de mí. Cuando llega él a la habitación, le digo a Sofía que cuando
se vaya al programa no quiero ver aquí ni a tu hermano, ni a tu novio. Quiero
estar sola. Kiko dijo que era vital en esa casa”. Así él se marchó, dejando a
su chica llorando: “Es un acto repetitivo que ha ido sucediendo con los años”, denuncia
Maite Galdeano, harta de ver sufrir a su hija. Parece que todo se torció a sus
espaldas, pues sin esperárselo, le llamó su hijo Christian informándole de que debía abandonar la casa, a petición de su hija y su yerno. No hizo falta nominaciones.

 

Maite Galdeano reconoce sus errores como madre

Pero la protagonista de ‘De viernes’ no solo le echó la
culpa a su yerno, sino que también supo reconocer su propia responsabilidad. Entiende
la difícil situación en la que ha colocado a su hija, pidiéndole perdón por
haberle llevado al límite en muchas ocasiones en los últimos años. “Estoy muy
mal, muy afectada. Me siento mal por si yo he fallado y ella se siente mal.
Siento mucha pena”, decía desconsolada Maite Galdeano, que trató de mostrar su
versión más conciliadora. “Espero que Sofía me escuche, que me oiga. Que
escuche todo lo que voy a decir y que me llame, me encantaría”, le decía a la
presentadora qué esperaba sacar de esa entrevista.

 

“Es normal que necesite aire. Después de lo escuchado por
ella, entiendo que le he podido agobiar, lo reconozco”, se mentaliza ahora
Maite Galdeano de sus errores, tratando de enmendarlos para no perder a su
hija: “He podido ser una madre intensa, por dar amor y cariño, y me he podido
meter en su relación, lo reconozco, pero nunca desde el daño, siempre desde el
amor de madre”, matiza. Ahora bien, entiende que no se lo está poniendo fácil a
Sofía Suescun ni a Kiko Jiménez en su empeño de que se haga su voluntad en todo
momento: “Puedo reconocer que he echado leña al fuego con Kiko, pero no por
dañar, sino porque he visto cosas feas. Me he metido en su vida y no es la
forma correcta. He perdido la batalla y lo he hecho mal, por eso estoy aquí”.
Quiere arreglar las cosas con su hija, algo que entiende que pasa por hacer
terapia: “Me arrepiento, pero Sofía me tenía que haber dicho de hablar o de ir
al psicólogo, incluso los cuatro. Por eso pido ir a una mediación. Te pido no
perder a la familia. Yo pediría perdón por haberme metido en la relación, voy a
saber respetar y estar en mi sitio de madre. Tenemos todos que reconducir, pero
con lazos de amor”, suplica una vez más. No ha obtenido respuesta por el
momento, más allá del mensaje de Kiko a través de José Antonio León diciéndole
que miente en todo y que lo deberá demostrar en los tribunales.

 

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