Malú, al ser preguntada por su nuevo amor: “Estoy monísima. Estoy feliz”

Malú, al ser preguntada por su nuevo amor: “Estoy monísima. Estoy feliz”

Este jueves, la noche invitaba a hablar de belleza. Natalia
de la Vega ha desplegado en el U Zalacaín de La Finca de Pozuelo de Alarzón,
Madrid, para celebrar el 30 aniversario de su imperio de estética junto a sus mejores
clientas. Un nutridísimo grupo de famosos se han dado cita en la fiesta por Tacha Beauty, convocadas por la mujer a la que ya consideran amiga, tras años
confiándola sus secretos para lucir hermosas. Entre ellas, Malú, que fue una de
las primeras en hacer acto de presencia en el photocall, con una amplia sonrisa
y sin problema alguno en hablar. Y es que fueron pocos los invitados que se
acercaron a los micrófonos por deseo propio, teniendo la opción de entrar
directamente a la fiesta sin saludar a la prensa, como así hizo por ejemplo su
compañero de ‘La Voz, David Bisbal. Pero la cantante está pletórica y eso es
evidente. Llegó radiante y se marchó con ganas de disfrutar, pero antes habló. Y
mucho.

Malú siempre trata de mantener los detalles de su intimidad alejados de la atención mediática, de ahí que huya de los micrófonos cuando salen según qué cuestiones. Esta noche no y eso que rondaba en el aire la pregunta obligada sobre cómo está su corazón, si ocupado o no, después de verla muy bien acompañada con un miembro de su equipo. Estaban muy acaramelados en las imágenes que mostró la revista ‘Semana’, donde se asegura que pasan buenos momentos en el domicilio que ella posee en las afueras de la capital. Sobre él habló más tarde, después de confesar que lleva toda su vida confiando en Natalia de la Vega su belleza, siguiendo sus consejos y también soportando sus “riñas”, porque confiesa ser “bastante pasota” en esto del cuidado. Algo que promete que “ahora me cuido bastante más”.

Y es que la vida de la cantante es, cuanto menos, intensa.
Son muchos los proyectos que se trae entre manos, no solo musicales, como la
gira con la que celebra sus 25 años en la música, nuevos temas a punto de salir
o su labor como coach de ‘La Voz’. Todo esto añadiendo que es madre de una niña
de cuatro años, fruto de su relación extinta con Albert Rivera. Con tanto
trajín, ¿es fácil encontrar un hueco para cuidarse? Ella es directa: “No. En
realidad entre el trabajo y la enana poco, pero es verdad que oye, aunque sea un
rato encuentras tu momento. Ya he cumplido más de cuarenta y hay que sacar
tiempo”. Aunque a veces es tarea imposible, pues desde que es madre sus
prioridades han cambiado: “Al final toda la prioridad es para ella y lo que
queda es un poquito para ti”.

Se le ilumina el rostro al hablar de su “enana”, quien
incluso ya tiene la iniciativa propia de ponerse su música como buena fan que
es. Para eso, Malú cuenta cómo su pequeña aprovecha las ventajas del
dispositivo Alexa y “pide que le pongan las canciones de mamá y le vuelve loca”,
porque además se ríe al reconocer que la llama “Alisia”. Pero si al contar
anécdotas su rostro se ilumina, no pierde un ápice de su luz cuando llega la
esperada cuestión sobre si es cierto o no que está de nuevo enamorada. Ella
sonríe mientras se formula la pregunta, pues la esperaba: “Está todo súper bien
y todo está genial. Todo muy bien. Estoy monísima, estoy feliz, ¿tú me ves mal?”,
dice entre bromas presumiendo de sus atributos. Se la ve feliz, ella lo
reconoce, pero ¿tiene ganas de enamorarse? Esa pregunta también cayó en el
examen y aunque no dijo lo esperado, aprobó: “Tengo ganas de vivir y echarme
cremas”. Y se marchó entre risas.

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