Hemos tenido ocasión de escribir en otros Trípodes de esta sección, y en la serie sobre la Teología de la Historia, acerca del significado de la fecha del día 13 en los acontecimientos de Fátima, sin duda una de las mariofanías de mayor trascendencia para la humanidad. Al respecto, también es conocido que la aparición anunciada por la Virgen para ese día del mes de agosto de aquel 1917, no pudo realizarse por estar detenidos los Pastorinhos, y las consecuencias que supuso aquel hecho. Sin embargo, es bastante ignorado que aquella misma fecha del 13 de agosto, ya tenía un precedente señalado en España con otra importante Mariofanía en el Madrid de 1831, experimentada por una religiosa Concepcionista Franciscana que en la Historia es conocida como Sor Patrocinio. Aquel día, esta religiosa recibió de manos de la Santísima Virgen una imagen suya para su culto y veneración a la que denominó como del «Olvido, Triunfo y Misericordias», prometiendo que «a toda alma que rendida a sus pies le pidiera alguna cosa jamás se le negaría su Amor», y que «será el consuelo del mundo y de la Iglesia Católica (…)», «Tú, hija mía, alcanzarás victorias sobre el poder de Satanás, y tu Comunidad, perfección en servirme». Ese título se lo explicó por el «Olvido» de sus hijos hacia ella, que de esa forma retiran de sí sus «Misericordias», aunque su “Triunfo” final está garantizado. Es significativo que la Santa Sede, por Bula del Papa Gregorio XVI autorizó el culto a dicha imagen con ese título que ahora se venera en la Iglesia del Carmen de las Concepcionistas Franciscanas en Guadalajara (España). Esa revelación la tuvo Sor Patrocinio en el convento del Caballero de Gracia, donde actualmente se encuentra el Oratorio con ese mismo título, ubicado en la calle del mismo nombre de Madrid.
En cuanto a Sor Patrocinio fue una mujer de la España del siglo XIX que padeció intensa persecución de la masonería política, siendo conocida como «la monja de las llagas» difamándola y acusándola de ser falsas y provocadas por ella misma. Fundadora de numerosos conventos (21) en España y en Francia, (estos durante su exilio forzado); fue estrecha amiga de la reina Isabel II sin intervenir para nada en los asuntos políticos, como la misma reina proclamó solemnemente desde su exilio en París poco antes de fallecer en 1905, en su deposición escrita para su proceso de beatificación, ya incoado. Pocos personajes de nuestra historia han padecido tanta persecución como la «monja de las llagas» que tiene en el catedrático emérito de Historia Contemporánea Javier Paredes, a su providencial biógrafo.
