Llegan malas noticias desde la corte noruega. La princesa Mette-Marit, esposa del príncipe heredero Haakon, reducirá considerablemente su agenda pública a consecuencia de la fibrosis pulmonar crónica que padece, tal y como han anunciado desde la Casa Real.
La nuera de los Reyes Harald y Sonia ha iniciado un nuevo tratamiento y los efectos secundarios a los que se enfrenta pueden obligarla a apartarse momentáneamente de la opinión pública, por lo que la Corona no ha tenido más remedio que hacer el anuncio oficial. “La experiencia anterior ha demostrado que los medicamentos pueden provocar efectos secundarios que pueden tener consecuencias para el programa oficial de la princesa heredera. Por lo tanto, en la situación en la que nos encontramos, nos resulta natural compartir esta información”, reza parte del comunicado remitido.
La princesa compartió su diagnóstico en 2018 y desde entonces se ha tenido que tomar varios descansos de sus deberes oficiales a consecuencia de la enfermedad. Con motivo de su 50º cumpleaños, concedió una entrevista a la cadena noruega NRK y se sinceró públicamente lo que supone para ella ser paciente de fibrosis pulmonar crónica. “Hay muchas cosas dolorosas, difíciles y duras en ello. Al mismo tiempo, hay algo muy lindo en esto, porque te encuentras mucho contigo misma. Una se ve obligada a tomarse a sí misma mucho más en serio. Y luego hay que ir más despacio, algo que yo he hecho muchas veces”, señaló entonces.
Según la Clínica Universidad de Navarra, la fibrosis pulmonar crónica es una enfermedad que se caracteriza “por una cicatrización progresiva (fibrosis) que hace que el pulmón pierda flexibilidad, y se deteriore su funcionamiento a lo largo del tiempo”. Entre sus síntomas se encuentran la sensación de falta de aire con los esfuerzos y la tos, que progresan a lo largo de años o meses, y, en fases avanzadas, insuficiencia respiratoria con necesidad de oxigenoterapia.
La polémica de Marius
No parece este un buen momento para la Familia Real noruega, y no solo por el retiro forzado de la princesa Mette-Marit. Cabe recordar que su hijo Marius, fruto de una relación anterior a su matrimonio con el príncipe heredero Haakon, lleva meses en el punto de mira a consecuencia de sus sonados escándalos. El joven fue detenido por agredir a su pareja y ante la polémica suscitada se vio obligado a confesar que era adicto a la cocaína y que padecía problemas de salud mental.
Desde entonces, se mantiene alejado del foco y supuestamente en tratamiento, pero los titulares sobre la poca ejemplaridad que ha mostrado el hijastro del futuro rey no cesan y la Corona se enfrenta a una crisis sin precedentes.
