Esta es una de las últimas entrevista que concedió Mayra Gómez Kemp, fallecida hoy a los 76 años. Fue en junio y acababa de recibir la mejor noticia de su vida: “Me han dado el alta oncológica, me siento inmensamente feliz”. La que fuera popular presentadora del mítico “Un, dos, tres” dejaba atrás un cáncer de lengua y otro de garganta, pero las secuelas que sufría en su voz le habían empujado a retirarse definitivamente de la televisión. Reproducimos todo lo que nos contó:
– Dos sucesos trascendentales en su existencia…
– Evidentemente. El primero marca un antes y un después en mi vida, y con la segunda decisión gano en tranquilidad, pero quiero dejar claro que ha sido el cáncer el que me ha retirado por las negativas consecuencias que sufre mi voz.
– El alta es un triunfo vital.
– No se lo puede ni imaginar, me han devuelto la vida, ahora tomo un batido milagroso de proteínas que me está viniendo muy bien. Y como mucha fruta y verdura, aunque tengo que tomarlas molidas. El día que me dieron el alta sentí una alegría extraordinaria, han sido años de pruebas y angustias…
– Echará en falta la televisión…
– Un poquito sí. Pero no mucho, porque este adiós definitivo me hace ganar tranquilidad. Han sido décadas de trabajo y ya era hora de descansar.
– ¿Cómo enfoca ahora su día a día?
– Como le digo, con mucha tranquilidad, salgo a la compra, limpio mi tríplex, paseo por el parque cercano a mi casa, me vienen a ver los amigos… sinceramente, es muy monótono y algo aburrido. Dentro de unos meses viajaré a Miami para ver a mi hermana, y todos los días me llaman las hijas de mi difunto esposo que viven fuera de España.
– ¿No se plantea vivir en Miami con su hermana?
– La verdad es que no, ya tengo hecha mi vida en Madrid, con mi gente, mi casa…
– Cariño no le falta.
– Desde luego. El de mi entorno y el de las personas que se acercan a mí en la calle, es que me reconocen hasta con la mascarilla puesta. Gracias a Dios, tengo mucha gente que me quiere.