Un momento de desconexión durante la jornada laboral, unos minutos de charla en tu bar de proximidad o la excusa perfecta para comer en un sitio que te apetece cuando andas cerca: salir a comer solo no es una sola cosa, sino una infinidad. Durante mucho tiempo se ha considerado más una necesidad para saciar el hambre que una experiencia deseable -leí hace años una entrevista al pintor Ceesepe que decía que cuando lo hacía “le miraban como si fuera viudo”-, pero cada vez somos más los que disfrutamos de salir a comer solas y solos.
Mesa para uno: el creciente placer de salir a comer solo contigo mismo
![Mesa para uno: el creciente placer de salir a comer solo contigo mismo](https://imagenes.elpais.com/resizer/YmQobq7L7z04U4oYZDg_5wlELmY=/arc-anglerfish-eu-central-1-prod-prisa/public/PLZ4NBRGWZEEPGD5BGDJLNHXJU.jpg)