Mesa para uno: el creciente placer de salir a comer solo contigo mismo

Mesa para uno: el creciente placer de salir a comer solo contigo mismo

Un momento de desconexión durante la jornada laboral, unos minutos de charla en tu bar de proximidad o la excusa perfecta para comer en un sitio que te apetece cuando andas cerca: salir a comer solo no es una sola cosa, sino una infinidad. Durante mucho tiempo se ha considerado más una necesidad para saciar el hambre que una experiencia deseable -leí hace años una entrevista al pintor Ceesepe que decía que cuando lo hacía “le miraban como si fuera viudo”-, pero cada vez somos más los que disfrutamos de salir a comer solas y solos.

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