Miguel Roca Junyent, padre de la Constitución, intervino en el Curso de Talento y Liderazgo Político para destacar que “yo estoy para defender la Constitución, que nadie espere otra cosa”. “ Ninguno de los problemas que hoy se plantean tiene su origen o su causa en la Constitución”, subrayó el político catalán tras elogiar el acuerdo insólito que suscitó la redacción de la Carta Magna Española: “había una voluntad de todos de que aquello funcionase”. A ojos de Roca, la Constitución no solo era dar respuesta al paso de totalitarismo a democracia: “estábamos dando respuesta a una larga historia de nuestro país para entendernos, lo intentamos y salió”.
Firme en sus convicciones, defensor abierto de la Carta Magna, destacó de manera contundente el valor de la búsqueda de los pactos, de los puntos que nos unen, de la voluntad de encuentro.
También elogió el papel del Rey y de Adolfo Suarez, que “condujeron un proceso que tenía muchas posibilidades de acabar mal y aquello termino bien”. Para ello fue esencial el talante negociador de todos los lideres políticos de la Transición ya que antepusieron la aprobación de un texto constitucional excelente, consensuado, duradero y de mayorías, a sus legítimas discrepancias. Relató cómo fueron conscientes de que tenían que ponerse de acuerdo, así se lo pedía la calle, y de que era necesario elaborar una Constitución que perdurara en el tiempo.
Una Constitución que “puede mejorarse, pero tuvo un apoyo del noventa por ciento de los votos, que no podemos sustituir por un cincuenta por ciento o el interés de una parte”.
Roca considera que la Constitución puede reformarse y cambiarse, pero para ello lo más importante es que sea “fruto de un gran consenso”. “No tiene sentido que unos pocos puedan reformar la Constitución pura y simplemente desde ópticas muy minoritarias o sesgadas que no respondan a las bases de la convivencia”.
Asimismo, ha dejado claro que “cualquier solución al sistema de financiación de las Comunidades Autónomas tiene que encontrar apoyo en el marco constitucional” porque fuera de la constitución no hay nada y zanjó que “no habrá un nuevo sistema de financiación sino se abre una revisión general”.
Al igual que se mostró firme sobre la separación de poderes: “No se puede en un Estado de derecho, criticar la independencia del Poder Judicial por partes de aquellos que ejercen otros poderes. El respeto a lo que es el equilibrio de los poderes constitucionales, exige que aquellos que han asumido la responsabilidad del ejercicio de estos poderes tienen que reconocerse unos a otros la independencia de criterio”. La separación de poderes exige que desde el legislativo y el ejecutivo no se pueda criticar al poder judicial.
Roca hablo de la importancia de la libertad: “qué barato es decir tonterías, pero que importante es que las puedan decir” y destacó la peligrosidad de la polarización. A la cual se llega en muchas ocasiones por pobreza argumental, y “es un gran enemigo para España, no nos conviene”. Y cree que uno de los fallos que hemos cometido ha sido no divulgar el valor de la Carta Magna y su voluntad de consenso en el sistema educativo. Algo que también pasa sobre el valor de lo que representa Europa, y de creer en lo que se ha conseguido.
