Mini, el mito de coche compacto nacido en 1949 gracias a la inspiración de Sir Alec Issigonis y cuya filosofía se mantiene hasta nuestros días, va orientando su futuro hacia la electrificación total. Este año es especialmente importante para esta marca, que desde 2008 pertenece al grupo BMW, ya que renueva totalmente su imagen y saca nuevo modelo al mercado. Evolución y no revolución, ya que mantiene totalmente la imagen que ha hecho de él el automóvil más deseado en su segmento.
Mini Cooper, Countryman y Aceman son las tres alternativas diferentes dentro de la oferta de Mini, si bien el último de ellos, que solo se fabricará con motores eléctricos, no llegará hasta finales del presente año. Los nuevos Cooper y Conutryman ya están disponibles en los concesionarios y su máxima novedad es que, además de motores térmicos, presenta motorizaciones totalmente eléctricas con potencias y comportamiento deportivos. El Cooper presenta carrocerías de tres y cinco puertas y en breve llegará asimismo la versión cabrio, que probablemente tendrá asimismo su motor de baterías.
Este camino hacia la electrificación cada día pesa más en la estrategia de Mini, que ya construyó su primer eléctrico en el año 2008 y su primer hibrido enchufable nueve años más tarde. Según la estimación de su director para España, Carlos Martínez, la llegada de los nuevos modelos provocará un incremento de las ventas de un 25% para el año que viene y, lo que es igual de importante, se calcula que el 34% de la demanda serás de motorizaciones eléctricas. Por ello, como hemos señalado, el Aceman será solo eléctrico y el Countryman seguirá siendo multienergía, pero con fuerte presencia eléctrica. Esta carrocería de mayor tamaño ofrece al comprador tres posibilidades de motores eléctricos, un motor diésel y dos versiones totalmente eléctricas de diferentes potencias.
En los dos modelos a la venta, el Cooper y el Countryman, las versiones eléctricas se identifican con las letras E o SE en función de la potencia que desarrollan y las baterías que instalan. En el caso del Cooper, estas motorizaciones mantienen el espirito deportivo que ha caracterizado a los Mini Cooper durante cinco generaciones, tanto por el comportamiento dinámico como por su comportamiento y su sonido cuando elegimos uno de los distintos siete modos de conducción. Porque la batería de 49,2 kWh que desarrolla los 218 caballos de la versión SE te catapultan en las aceleraciones, ya que es capaz de pasar de 0 a 100 por hora en solo 6,7 segundos. Cuenta con una autonomía teórica de hasta 402 kilómetros y se recarga hasta el 80% de su energía en solo media hora en un poste de al menos 150kw. La alternativa E tiene una potencia de 184 caballos y 305 km de autonomía.
Exteriormente presenta algunas modificaciones estéticas en el frontal y especialmente en la parte trasera, con unos faros rediseñados. El interior mantiene una terminación excelente y su característica pantalla central redonda. Dentro de su equipamiento tenemos detalles avanzados como la lleva digital, el aparcamiento con el móvil, asistente de aparcamiento con 20 sensores, etc… Los precios de comercialización son de 35.250 euros para la versión E y de 38.850 para el más potente SE.
La más amplia carrocería Countryman presenta la misma terminación excelente, con ocho modos de conducción, un nivel 2 de conducción autónoma y, lógicamente, un maletero de mayores dimensiones que carga 460 y puede llegar hasta los 1.450 si abatimos los respaldos de los asientos traseros. La potencia de la versión eléctrica E es de 204 caballos que le permiten un paso de 0 a 100 en 8,6 segundos y una autonomía de 462 kilómetros. Su hermano SE eleva su potencia hasta los 33 caballos y disminuye el tiempo de aceleración a solo 5,6 segundos. En este caso la autonomía es de 432 kilómetros. Los precios en este caso son de 45.250 y 51.550 euros respectivamente.
No son tarifas baratas las de Mini, pero sin duda compramos un coche de capricho y la exclusividad, se paga. La marca regala con la compra la instalación de un wallbox en casa y una tarjeta Mini Charging para conectarse en el 70% de los puntos de recarga instalados en España y con un importante saldo inicial sin cargo.
