La vuelta a la rutina no está siendo fácil para Miri Pérez-Cabrero tras su paso por “Supervivientes 2024”. La actriz y modelo barcelonesa se ha sincerado con sus seguidores, admitiendo que está atravesando momentos difíciles desde su regreso a España tras su expulsión. Después de pasar cuatro meses aislada del mundo en las playas de Honduras, Miri ha confesado con melancolía que extraña vivir en esa burbuja de aislamiento que supone participar en la isla de los famosos.
Víctima del síndrome de Estocolmo
La modelo y actriz ha admitido que está sufriendo una especie de “síndrome de Estocolmo” y que, a pesar del apoyo de sus amigos y familia, le está costando readaptarse a la normalidad y a reunirse en espacios con mucha gente. Prefiere ir paso a paso para no agobiarse. “Llevo meses viviendo como Tarzán, comiendo poco y viviendo descalza y en bikini en una isla”, empezó su relato a sus seguidores, afirmando que “extraña estar aislada y ‘secuestrada’ en Honduras”.
Miri Pérez-Cabrero ha revelado que tiene pánico a volver a la escena social, lo cual le causa mucho rechazo y la hace sentir consternada. A pesar del efusivo reencuentro con su amiga Anita Matamoros y su asistencia a la boda de su prima, Miri ha agradecido la comprensión y el apoyo de la gente que la rodea. Agradece que no la presionen y que respeten su ritmo para decidir cuándo dar un paso más en su recuperación social y volver al 100% a la vida que tenía antes de participar en el programa de Telecinco. Miri ha destacado la importancia de contar con un entorno comprensivo que le permita adaptarse a su propio ritmo. Esto le ayuda a no sentirse abrumada mientras intenta recuperar la normalidad tras la experiencia intensa y aislada que vivió en “Supervivientes 2024”.
