Mitos y verdades sobre las manchas cutáneas y el verano

Mitos y verdades sobre las manchas cutáneas y el verano

Las temidas y muy comunes manchas normalmente no indican nada grave, y aunque pueden aparecer en todo el cuerpo, lo más habitual es que lo hagan en el rostro, algo que hace que se encuentren entre una de las principales preocupaciones estéticas de la población. Ahora, a las puertas del verano en el que reina el sol, el principal factor asociado a la aparición de manchas en la piel, toda información sobre este problema del que existen tantos mitos es bienvenida.

Lo más importante es tener siempre en cuenta que son los especialistas en dermatología quienes poseen el conocimiento necesario para desmentir creencias, tales como que tomar el sol es el único o el factor determinante en la aparición de manchas, y exponer verdades, como que algunos malos hábitos más allá de una sobreexposición solar propician la aparición de las antiestéticas manchas. En esta ocasión, el Dr. Íñigo de Felipe, fundador de la Clínica Dermatológica De Felipe, con presencia en Barcelona, Madrid y Londres, y su equipo de dermatólogos serán nuestros especialistas.

Primeramente, el Dr. De Felipe define que las manchas en la piel son áreas de hiperpigmentación que pueden aparecer por diversas razones. A partir de esta base, continúa explicando junto a su equipo de doctores, los tres tipos más habituales que suelen aparecer y que no representan un grave problema de salud, aunque sí pueden producir una baja autoestima por su aspecto antiestético, son las oscuras, las blancas y las rosadas, en este orden.

Algunos tipos de manchas

Respecto a las oscuras, destacan las pecas o los lunares originados por factores hereditarios y los lentigos solares debido a una exposición excesiva al sol; en este grupo se encuentran también los melasmas por causas hormonales. Por otro lado, las manchas blancas suelen ser consecuencia de afecciones cutáneas como la dermatitis atópica o por el fotoenvejecimiento de la piel derivado de la exposición prolongada al sol. Y las terceras, las rosadas o encarnadas, que se presentan en el rubor facial o la rosácea y cuyas causas casi siempre hay que buscarlas en el estrés, los cambios hormonales, malos hábitos como el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol, así como la exposición solar o incluso procesos alérgicos.

En estas pinceladas que dan a los tres tipos de manchas más frecuentes y consultadas en los tratamientos dermoestéticos dejan ver claramente que no solo hay que tener cuidado con el sol, sino también con el estrés (uno de los mayores problemas actuales), los malos hábitos y los cambios hormonales, entre otras cosas. Pero ahora vamos a desmentir con ayuda del doctor De Felipe y su equipo algunos de los mitos sobre las manchas cutáneas muy relacionados con la exposición al sol que tan protagonista es ahora, cuando el verano está a punto de comenzar.

Mitos más comunes

Entre los mitos más comunes sobresale, por ejemplo, que tomar el sol paseando produce menos manchas que hacerlo tumbado, pero la realidad es que la exposición solar produce las mismas manchas independientemente de la posición.

Otro es que lo mejor es no tomar nada de sol, lo cual es incorrecto, ya que tomar el sol durante diez minutos al día sin protección solar es beneficioso para mantener los niveles de vitamina D. Por otro lado, se suele pensar que las manchas provocadas por el sol solo aparecen en el rostro y no es cierto (aunque sí es lo usual); otras partes del cuerpo también propensas son el pecho, escote y manos.

También hay quienes creen que la crema de protección solar solo debe usarse en verano, pero utilizarla durante todo el año ayudará a prevenirlas (así como otros signos de envejecimiento). Debe usarse, recuerda el doctor De Felipe, incluso en los días nublados, ya que las nubes solo filtran la luz solar, no los rayos ultravioletas, justamente los que provocan el fotoenvejecimiento y las manchas.

El protector solar es igualmente necesario para las personas de piel oscura, puesto que pueden sufrir daños graves e irreparables como las pieles claras. De la misma forma, las ventanas y los vidrios, pese a lo que cree mucha gente, no protegen de los rayos UVA. También se cree que todas las manchas solares son peligrosas para la salud y no es así, aunque siempre es importante que lo valore un especialista.

Se suele decir también que el sol y la luz azul de los ordenadores y otros dispositivos electrónicos producen las mismas manchas, no es así. La luz azul de las pantallas es muchísimo menos perjudicial para la piel que la luz solar y de hecho todavía está por demostrar que produce envejecimiento en la piel.

Por último, también existen dos mitos que curiosamente se contradicen: uno es que las manchas solares desaparecen solas y el otro es que no es posible eliminarlas. Ninguno de los dos es cierto. Y a este respecto, el Dr. De Felipe explica como ejemplo las opciones disponibles para su tratamiento para dos de las manchas más consultadas en su clínica dermoestética: el melasma y los lentigos solares.

Tratamientos

En el caso del melasma puede tratarse con una combinación de procedimientos como el peeling o la microdermoabrasión, láser de manchas, mascarillas despigmentantes, formulaciones específicas y sustancias orales. Lo cierto que este tipo de manchas, recalca el doctor, requiere un tratamiento continuo y de mantenimiento.

Y para lo más demandado, los lentigos, se utiliza el láser de picosegundos o láser de manchas, que emite luz absorbida por las células más oscuras, destruyendo la mancha sin dañar la piel circundante. Se indica evitar el sol durante una semana después del tratamiento. Este tipo de tecnología se utiliza también para eliminar tatuajes, nevus de Becker, para tratar el melasma o incluso el acné.

Para terminar, los especialistas recalcan que la prevención y el tratamiento adecuado de las manchas cutáneas son esenciales para mantener una piel saludable y estéticamente agradable. Consultar a un dermatólogo especializado y seguir sus recomendaciones puede, aseguran, marcar una gran diferencia y concienciar de que no solo el sol es el principal causante de las manchas cutáneas, otras cosas como algunos malos hábitos ya mencionados son igual de perjudiciales.