Modi celebra su tercer triunfo electoral consecutivo antes de la oficialización de los resultados

Modi celebra su tercer triunfo electoral consecutivo antes de la oficialización de los resultados

La Comisión Electoral no ofrecerá los resultados oficiales hasta el próximo martes, pero Narendra Modi ya rebosa confianza. El primer ministro indio está a las puertas de certificar su tercera victoria electoral consecutiva tras la finalización de la séptima fase de unos comicios maratonianos en la India que han durado seis semanas, un total de 44 días, y en los que estaban convocadas a las urnas más de 970 millones de personas. El proceso ha estado marcado por semanas de agrios debates y mítines multitudinarios, así como por las altas temperaturas con máximas que rozaron los 50 grados y que causaron la muerte de al menos 62 personas por golpes de calor en los últimos días, incluyendo decenas de funcionarios electorales.

Hasta seis sondeos a pie de urna indican que la coalición del líder nacionalista hindú superará con holgura la barrera de 272 escaños en la Cámara Baja del Parlamento necesarios para formar Gobierno. Su partido, el Bharatiya Janata (BJP, por sus siglas), obtendría junto a sus aliados parlamentarios al menos 355 escaños, muy por encima de la mayoría en el Lok Sabha.

«Puedo decir con confianza que el pueblo de India votó en cifras récord para reelegir al Gobierno de la ADN», escribió Modi en su cuenta de X en alusión a las siglas de la Alianza Democrática Nacional, la coalición oficialista liderada por el BJP. «Vieron nuestra trayectoria y la forma en que nuestro trabajo supuso un cambio cualitativo en la vida de los pobres, marginados y oprimidos».

Estas encuestas, que no conceden sin embargo al BJP la arrolladora mayoría que se había marcado como objetivo, son vistas con escepticismo en el país asiático al haberse equivocado con frecuencia en el pasado y no han servido para desalentar a la coalición de partidos opositores liderada por el histórico Partido del Congreso (INC).

El primer ministro, de 73 años, ya condujo a su partido a dos amplias victorias en las elecciones de 2014 y 2019, gracias en parte a su popularidad entre los fieles hindúes que él no deja de cortejar con sus políticas. A principios de 2024, presidió la inauguración de un gran templo dedicado al dios Rama en la ciudad de Ayodhya, levantado sobre las cenizas de una mezquita centenaria arrasada por extremistas hindúes en 1992. Aquel acto rebosante de simbolismo supuso el pistoletazo de salida de la campaña electoral.

Sus políticas generan incomodidad e incluso miedo a la comunidad musulmana, una minoría de más de 200 millones de personas a las que Modi ha tachado de «infiltrados» a lo largo de la campaña y el proceso de votación. Además, el primer ministro ha acusado a la amplia coalición de más de veinte partidos opositores que le enfrenta de querer redistribuir el dinero de los indios solo entre los ciudadanos musulmanes.