Momias de ida y vuelta entre Málaga y Melilla

Momias de ida y vuelta entre Málaga y Melilla

Apasionado de Egipto desde niño, el empresario melillense Gustavo Cabanillas comenzó hace más de 25 años a coleccionar piezas arqueológicas. Primero fue un escarabeo de apenas un centímetro, luego un amuleto, más tarde diversas figuras y estatuillas. Cuando su capacidad económica aumentó, adquirió una momia y, luego más. Hoy, a sus 66 años, acumula unos 1.500 objetos, de los que un tercio se exponen desde principios de 2021 en el Museo Egipcio de Melilla. Es una iniciativa privada que lanzó él mismo, “sin ayudas públicas ni para poner trípticos en la oficina de turismo”, asegura Cabanillas, que decidió hace unos días cerrar el espacio y trasladar su colección hasta Málaga. Ahora el Gobierno de Melilla quiere que se quede y le ha ofrecido un acuerdo. “Mi decisión es irrevocable”, insiste el creador del museo que, sin embargo, ha encontrado una solución para contentar a sus actuales vecinos.

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