Ni Barcelona ni Sevilla: esta es la inesperada ciudad que fue capital del Imperio Español por cinco años

Ni Barcelona ni Sevilla: esta es la inesperada ciudad que fue capital del Imperio Español por cinco años

Siempre solemos imaginar que la ciudad de Madrid siempre ha ostentado la capitalidad de España, pero eso no ha sido así. Dependiendo de la forma y facción política imperante en España en el pasado, la capital de la nación podía estar en una ciudad u otra, por los motivos que fueran.

La época del Imperio Español no fue distinta, ya que, dependiendo del monarca, una ciudad u otra gozaba de este estatus. Toledo fue una de ellas, ya que fue convertida a ciudad Imperial por mandato de Carlos I de España y V de Alemania, en 1519. Por ello, y debido a la popularidad de la ciudad, se dice que llegó a albergar a 50.000 personas.

Décadas después, concretamente en 1561, su hijo Felipe II fijó la capital en la ciudad de Madrid, aunque siglos más tarde Sevilla adquirió la condición de acogedor de la corte, debido a su gran importancia comercial con los territorios en América desde 1729 hasta 1733.

Cádiz, durante la Guerra de Independencia ante los franceses, y ciudad donde se firmó la primera Constitución de España, también tuvo su estatus de capital, así como Barcelona, Gerona y Valencia durante los últimos momentos de la II República en la Guerra Civil.

No obstante, hubo una ciudad situada en Castilla y León que fue capital del Imperio Español durante cinco años en el siglo XVII, durante el reinado de Felipe III. Esta no es otra que Valladolid, un enclave importante durante diferentes periodos de la historia de España.

La breve capitalidad de Valladolid

Fue el 11 de enero de 1601 cuando una orden de la corte del monarca de la casa de los Austrias llevó la capitalidad del reino y del Imperio de Madrid a Valladolid, con unos motivos, según los historiadores, relacionados con el valido del rey de por aquel entonces, el duque de Lerma, cuyo nombre era Francisco Gómez de Sandoval y Rojas; ya que el noble compró terrenos y propiedades urbanísticas de Valladolid antes de su nombramiento como capital, para posteriormente venderlos. No fue hasta 1618 que el mencionado duque no perdió el favor real.

También se especula que uno de sus motivos fue alejar a Felipe III de la influencia de su abuela, María de Austria, y acercarla al del mencionado duque. Independientemente de ello, lo cierto es que, durante estos cinco años, Valladolid sufrió un “boom” económico, ya que aumentaron los precios por su estatus, así como social, ya que personajes ilustres de la talla de Miguel de Cervantes se alojaron en la localidad y la población aumentó hasta las 70.000 personas. Asimismo, fue en este lugar donde Cervantes conoció al que sería su mecenas para publicar “El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha”, el duque de Béjar. Asimismo, allí nació el que también sería el sucesor de Felipe III, Felipe IV, el 8 de abril de 1605.

Cinco años después, en 1606, la capitalidad y la residencia de la corte volvió a Madrid, hasta 1729, cuando la corte decidió trasladar la residencia de la corte y la familia real a Sevilla, aunque la capital siguió estando en Madrid. No fue hasta la Guerra de Independencia que la capital se trasladó a Cádiz.

Please follow and like us:
Pin Share