El populista Nigel Farage, 60 años, íntimo amigo de Donald Trump, consiguió ayer (a su octavo intento) su primer escaño en la Cámara de los Comunes. Pese a que el sistema electoral británico hace sumamente complicado la entrada de nuevas formaciones, Reform UK, de derecha radical, irrumpe con cuatro diputados, incluidos el del enfant terrible de la política británica y el ex vicepresidente del Partido Conservador Lee Anderson, que abrió brecha en el Muro Rojo del Norte de Inglaterra demostrando que también suponen una amenaza para los laboristas.
Sin asiento, Farage ya había conseguido ser uno de los políticos más influyentes del Reino Unido. Fue su popularidad con el UKIP -su primer proyecto- quien llevó al Gobierno de David Cameron a convocar el referéndum del Brexit. Así que ahora potencia, aún más, su relevancia.
“Algo extraordinario está sucediendo”, declaró. “Existe una brecha enorme en el centro-derecha de la política británica y mi trabajo es ocuparla”, recalcó. Y añadió: “Este es sólo el primer paso de algo que los sorprenderá a todos. Construiremos un movimiento nacional de masas en los próximos años para desafiar a los laboristas por el poder en las próximas elecciones (previstas para 2029)”.
A los 18 años decidió no ir a la universidad y se convirtió en bróker en la Bolsa de Metales de Londres en 1982. Se unió inicialmente al Partido Conservador, pero lo abandonó al sentirse traicionado por la firma del Tratado de Maastricht en 1992, que pedía una “unión cada vez más estrecha” entre las naciones europeas .
Desde entonces, se convirtió en la cara y voz de la causa euroescéptica de la que hacía gala en su papel de eurodiputado desde 1999 hasta 2020. Tras la votación a favor de la salida del Reino Unido de la UE, formó un nueva fuerza política, llamada el Partido del Brexit, para asegurarse de que se negociaba un divorcio duro. Posteriormente fundó Reform UK, para denunciar las medidas anti confinamiento durante la pandemia.
Dejó la política de primera línea en 2021 y se embarcó en una carrera televisiva como presentador del recién creado GB News, considerado la Fox británica por su línea editorial de derecha radical. Posteriormente participó en la versión de famosos de Supervivientes. Aunque insistió en que no se presentaría a estas elecciones, finalmente irrumpió en campaña consiguiendo su propósito de entrar en Westminster.
