No hay verano sin Sorolla, no hay Sorolla sin Clotilde

No hay verano sin Sorolla, no hay Sorolla sin Clotilde

Clotilde García del Castillo, la esposa, el motor, el apoyo y, sin duda, uno de los motivos para vivir de Joaquín. Sí, Sorolla, el dueño de esas pinceladas que cada verano sirven para ilustrar el mar, la brisa, el sol… Ojo con reducirlo a eso, es dueño de muchas más pinceladas, pero no voy a centrarme en él. Voy a centrarme en ella, pieza fundamental para que el pintor fuera en vida el artista que era y sea hoy el artista que es. No es un caso único, más cerca en el tiempo tenemos a Pilar Belzunce, fuerza de Eduardo Chillida; a Mari Luz Bellido, riel de Agustín Ibarrola; o a María Moreno, Mari, la alegría real de Antonio López. Y otras tantas, tantísimas. Pero lo dicho, vamos a ella: Clotilde García de Castillo.

Seguir leyendo

Please follow and like us:
Pin Share