Nuevas declaraciones del Papa Francisco generan controversia: “Los chismes son cosas de mujeres”

Nuevas declaraciones del Papa Francisco generan controversia: “Los chismes son cosas de mujeres”

El Papa Francisco se encuentra nuevamente en el ojo del huracán mediático después de que palabras pronunciadas durante un encuentro a puerta cerrada con setenta jóvenes sacerdotes italianos fueran filtradas a la prensa. La reunión tuvo lugar en la iglesia romana de ‘Gesù Divin Maestro’. Durante el encuentro, el Papa abordó temas de lealtad entre los sacerdotes y hacia las personas a las que sirven, así como la importancia de la franqueza y la comunicación directa. Según la filtración, Francisco habría instado a los sacerdotes a evitar los chismes, afirmando que “los chismes son cosas de mujeres”.

El Papa también habría mencionado la existencia de chismes dentro de las parroquias: “En las parroquias, algunos dicen: ‘pero, ¿qué tiene en la cabeza el Papa? ¡Hay que ver este Papa…!'”, habría dicho, para a continuación concluir que los chismes tienen que acabarse, utilizando estas palabras: “Nosotros tenemos pantalones, tenemos que decirnos las cosas a la cara”.

El encuentro se caracterizó por un diálogo de preguntas y respuestas, durante el cual el Papa expresó su deseo de promover un ambiente de apertura y honestidad entre los sacerdotes. Sin embargo, la filtración de sus palabras ha generado malestar en el Vaticano, donde las filtraciones, tanto genuinas como interesadas, son motivo de preocupación.

Esta no es la primera vez que se filtran palabras del Papa durante encuentros privados. La web ‘Silere non possum’, conocida por filtrar documentos del Vicariato de Roma y por revelar episodios decisivos de abusos cometidos por el sacerdote expulsado de los jesuitas Marco Rupnik, publicó algunas de las frases pronunciadas por el Papa durante este encuentro.

A pesar de la controversia generada por esta filtración, el Papa continúa con su labor pastoral. Antes de reunirse con los sacerdotes, mantuvo un encuentro muy cordial con un grupo de religiosas, algunas de ellas muy ancianas, a quienes les pidió que no se cansaran de hacer el bien. Este episodio subraya la creciente tendencia de filtraciones de palabras del Papa durante sus encuentros privados, lo que ha generado preocupación en el Vaticano.