Ocho años de la prohibición de matar al Toro de la Vega en Tordesillas

Ocho años de la prohibición de matar al Toro de la Vega en Tordesillas

Fue un 19 de mayo del año 2016, hace ocho años, cuando la Junta de Castilla y León prohibió a través de un decreto ley que se aprobó ese día la muerte de las reses de lidia en presencia del público en los espectáculos taurinos populares y tradicionales en Castilla y León.

Además, tres años después, el Tribunal Supremo ratificaba la sentencia poniendo fin a más de ocho siglos de historia.

Una norma que se aplica tanto a los encierro urbanos como de campo y mixtos, así como a las vaquillas, capeas o probadillas o a los concursos de recortes, y que, de facto, ponía fin al festejo popular del Toro de la Vega de Tordesillas, uno de los más polémicos por las protestas que cada año congregaba por parte de los animalistas, pero también defendido por los taurinos y, sobre todo, por los vecinos de la Villa del Tratado, que reivindican su legado e historia.

De hecho, este torneo taurino se considera en el municipio una tradición arraigada en su cultura, que se ha ido transmitiendo de generación en generación.

Se dice que su origen podría estar en el año 1355 con Pedro I de Castilla como ideólogo de esta festividad, según se apunta en el ayuntamiento.

“Debido a la alegría que le causó el nacimiento de su hija Isabel, por Real Ordenanza, decretó que los torneros que se venían celebrando en el recinto de las plazas, lo fueran en lo sucesivo al aire libre, terminando la justa con el despeñamiento de un morlaco, distinguiéndose más tarde en este peligroso juego el Condestable de Castilla D. Álvaro de Luna, durante el reinado de Juan II”, se explica en la web de turismo.

Si bien, no fue hasta el año 1534 cuando aparece la primera referencia por escrito sobre el Toro de la Vega. Y lo hace en un libro de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Santiago Apóstol de Tordesillas, donde se lee: “Tubo sus festexos de toros, con dos toros por la mañana a la Vega y seis por la tarde”.

La tradición del Toro de la Vega consiste en perseguir y dar caza a un toro que suele pesar entre 500 y 600 kilos. Los participantes corren en su búsqueda, equipados con picas y lanzas.

Se suelta al animal cerca de la plaza del pueblo, y es ahí cuando comienza la persecución hasta los alrededores del Duero, en la vega tordesillana, donde comenzaba el festejo y solo había sitio para los más valientes.

Allí, a campo abierto, ya se alanceaba al animal hasta su muerte, aunque ha habido veces que el toro era indultado ante la imposibilidad de matarlo.

En la actualidad, tras la prohibición, el festejo se realiza igual pero sin dar muerte al animal, que después es sacrificado.

El último astado que fue alanceado con muerte en el festejo del Toro de la Vega fue “Rompesuelas” en septiembre del año 2015. Un animal que pesaba 640 kilos, con pelaje negro bragado y dos grandes pitones, siendo el izquierdo más largo que el derecho. Estaba marcado con el número 114 por la ganadería de Hermanos del Excelentísimo Señor Conde de la Corte y criado en la finca Los Bolsicos, en Jerez de los Caballeros (Badajoz).