Óscar Puente cede a la presión y abordará el tren litoral de Málaga

Óscar Puente cede a la presión y abordará el tren litoral de Málaga

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha cedido a la presión social y política existente en la Costa del Sol, por lo que convocará a la Junta de Andalucía y a los ayuntamientos implicados a una reunión para abordar la viabilidad del tren litoral. Después de denostar este proyecto –dijo que no había ningún papel, aunque la realidad es que su propio Ministerio hizo un estudio informativo en 2018– y de asegurar que la hipotética prolongación de la actual línea de Cercanías hasta Marbella no era una opción competitiva porque «pararía en 20 sitios», Puente accede ahora a estudiar la iniciativa, fundamental para la movilidad de la provincia de Málaga.

El subdelegado del Gobierno en la provincia, Javier Salas, dio más detalles de esta mesa de trabajo, que se convocará a finales de este mes o a comienzos de julio. De esta manera, el Ejecutivo «demuestra su compromiso de afrontar los problemas de movilidad de Málaga». «Así está pasando con todas las actuaciones que se están haciendo en carreteras, y también hubo un compromiso en su momento de analizar el documento remitido por el Ayuntamiento al Ministerio. De hecho, el secretario de Estado de Transportes, que estuvo hace unos meses en Málaga, se comprometió a estudiarlo y debatirlo», recordó.

Salas reconoció que el documento que envió el Ayuntamiento sobre el tren litoral «es una propuesta interesante, pero es insuficiente». «Es una infraestructura que cuenta o que tiene que contar con tres aspectos fundamentales: la demanda social que tiene –hay que estudiarla bien, como en cada localidad, en cada sitio y qué necesidades hay–; también hay que tener muy en cuenta el impacto medioambiental que puede producir, al ser una obra de muy difícil construcción por la orografía del terreno y el urbanismo del mismo; y sobre todo también la dimensión económica, que es un aspecto muy importante», detalló el subdelegado.

El PP ha venido haciendo frente común por esta infraestructura, tanto en el ámbito autonómico como en el provincial. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, se mostró escéptico, sobre todo después de que el pasado miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no hablara del proyecto en el mitin que ofreció en Benalmádena. «Hay una regla no escrita y es que todo lo que dice Pedro Sánchez en campaña significa que no lo va a cumplir seguro», aseguró Moreno en su intervención en un acto con motivo de las elecciones europeas celebrado en la capital malagueña. «Así que, si lo ha anunciado ya sabemos que no lo va a cumplir», apostilló.

Al respecto, dijo que le llama «poderosamente la atención» que hace varios días Sánchez estuviera en un mitin en Benalmádena, «que es un municipio afectado por el Cercanías y era una oportunidad maravillosa de venir a anunciar con un cronograma, con cuánto dinero, con un proyecto que quiero hacer el tren…; no, ese día no».

El debate sobre el tren litoral está ahora más candente que nunca, y Algeciras no quiere quedarse atrás. Por ello, el alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, pidió participar en la reunión porque «es de vital importancia desarrollar la infraestructura ferroviaria entre la Costa del Sol y Algeciras con un tren que nos interconecte con el aeropuerto internacional de Málaga, y que facilite el tránsito de pasajeros entre ambas provincias en términos laborales y turísticos».

El Ayuntamiento de Málaga y la Diputación presentaron en enero un estudio de un tren de Málaga a Marbella con un coste entre 2.500 y 2.700 millones de euros, que podría estar operativo en ocho años y que alcanzaría entre 34 y 46 millones de viajeros al año. De esta manera se solucionarían las necesidades de movilidad de 1,5 millones de personas de la Costa del Sol.

Financiado por Unicaja y elaborado por ARCS y Analistas Económicos de Andalucía, el informe plantea 47 kilómetros de líneas nuevas y dos ramales de conexión en el aeropuerto de Málaga y Fuengirola, túneles de 7 kilómetros y que a lo largo de 20 –entre La Cala de Mijas y el Hospital de Marbella– podría discurrir junto a la actual carretera. Su velocidad máxima sería de 160 kilómetros por hora.