Óscar Robles, alcalde de Rascafría: «Si fuera por el PP ya nos habría hecho una moción de censura»

Óscar Robles, alcalde de Rascafría: «Si fuera por el PP ya nos habría hecho una moción de censura»

Óscar Joaquín Robles no es rascafriense, pero vivía a caballo entre Madrid y este municipio ubicado a unos 80 kilómetros al noroeste de la capital y de 1.763 habitantes. Robles (1963, Madrid) estudió ADE, trabajó en la empresa familiar y más tarde fundó una junto a su mujer de imprenta y artes gráficas, de la que ahora descansa. Siempre le gustó la política pero la tenía a un lado. A través de un amigo conoció Vox, le «gustó el ambiente en el partido» y pasó a ser coordinador en 2019. La sorpresa para él y para su pueblo fue cuando ganó las elecciones municipales del pasado mayo de 2023, convirtiéndose en el único y primer alcalde de Vox en la Comunidad de Madrid. Sacó tres concejales. «Aquí era de libro. Nosotros tres y el PP dos. Daba mayoría absoluta de cinco», explica Robles en su despacho del ayuntamiento. Sin embargo, gobierna en minoría y la relación con el PP local es «muy mala», partido que «ha intentado sin suerte hacer una moción de censura». Robles se ha reincorporado recientemente de una baja de dos meses por dos desprendimientos seguidos de retina en un ojo. Un año después de ser elegido, valora la gestión de su gobierno «positivamente» al encontrarse «muchas deudas» y su objetivo «al que no va llegar» pero que estará «a punto» a final de legislatura es la construcción de una residencia de ancianos.

¿Cómo se metió en política?

Siempre me ha gustado la política, pero estaba a un lado. Sobre el 2015 uno de mis amigos se hizo coordinador de Vox. Al tener un amigo, fui a algún evento. Y me gustó el ambiente que había. En Vox, frente a otros partidos políticos, la gran mayoría son profesionales, gente que tiene un curriculum, un bagaje, gente trabajadora. No somos los típicos políticos que entran en las juventudes y no han ejercido nunca. Me gustó el ambiente muy diverso. Podías encontrar desde un camarero a un director general de una multinacional. En el 2019 ya empecé a ser cargo orgánico, pedí ser coordinador de Rascafría porque es un pueblo que me encanta de toda la vida. Aquí empecé a hablar con los vecinos, políticamente hablando, a presentarme porque muchos no me conocían. Yo veo que el pueblo ha decaído mucho. Tampoco vas a echarle la culpa a nadie. Son las épocas. Quizá la gente cambia de ambientes. Si bien es cierto que el pueblo cada vez tiene más presiones, sea de medio ambiente, de parque nacional, de una serie de instituciones que te coartan mucho.

¿Y por eso se metió en política, para cambiar las cosas que no le gustaban?

Más que cambiarlas intentar mejorarlas. Dinamizar el pueblo en muchos aspectos. Yo me he encontrado aquí una deuda con el Canal de Isabel II de 1,2 millones de euros, algo más. Se me ha presentado por una nefasta gestión de anteriores gobiernos con una sanción de un millón de euros con la Confederación Hidrográfica del Tajo más 450.000 euros por consumo de agua. Es una herencia que de repente me ha salpicado en la cara que hay que resolver. Y luego una oposición muy dura y muy de intentar ensuciar tu nombre, tu gestión. Realmente no pueden pero lo intentan. Yo no he venido a mandar como alcalde, yo soy un mandado del pueblo. Tengo que ejecutar lo que el pueblo me pida, sean del color que sean.

¿Por qué gobierna en minoría?

Porque yo no he intentado llegar a acuerdos con nadie. Evidentemente por política con el PSOE tenemos caminos diferentes, aunque los de aquí de Rascafría sean unos grandes políticos y muy trabajadores y muy preocupados por su pueblo. Los políticos que ven que trabajo bien no es que me apoyen, pero me dejan trabajar. Otra cosa es que por sistema intentes destruirme políticamente. Si por el PP fuera ya me habrían echado con una moción de censura. Han intentado aliarse con el resto de partidos, pero no han tenido suerte. No han presentado ninguna, lo han intentado en varias ocasiones pero no han podido.

¿Y cómo es la relación con el PP?

Muy mala. No hay comunicación. No hay comunicación desde ellos hacía mí.

¿Está afectando al gobierno? ¿Cómo está siendo gobernar en minoría a la hora de alcanzar acuerdos?

Bien. porque las medidas que yo pongo en la mesa son coherentes. Son buenas para el pueblo, para todos. Y lógicamente el resto de partidos lo apoya.

¿Y el PP vota en contra?

Claro, por sistema. Y el resto hay algunas cosas que por política no les gustan. El PSOE tiene su línea política y la respeto profundamente, como la del resto. A mí me han acusado de que pacto con la izquierda. No, yo no pacto con nadie. Yo pongo un proyecto encima de la mesa y tú como político de la oposición votas lo que creas. De momento nadie me ha parado ninguna propuesta, pero porque es buena.

¿Por qué cree que el PP, que suele ser el socio de Vox?

Pienso que se sienten superiores a mí. Las personas, no el partido. Aquí era de libro. Tres y dos, cinco: mayoría absoluta. Pero ellos no me han propuesto nada. Aunque casi me exigía mi electorado no pactar con ellos.

¿Y con el resto de la oposición?

Con la oposición, exceptuando el Partido Popular de Rascafría y junto con un independiente que van de la mano, estupenda. Con el PSOE genial, con otro independiente muy bien.

¿Y cómo ha sido ese primer año de gobierno?

Bastante duro. Esos hitos que yo he conseguido se han vuelto en mi contra. No soy de aquí, no soy rascafriense, no soy nativo. Irrumpo por primera vez en política aquí y gano las elecciones. El rechazo, no del pueblo, sino de parte de los políticos. Sobre todo de mis primos hermanos, políticamente hablando, el Partido Popular local. Porque yo con el PP fuera de local me llevo muy bien. Los de aquí son los dos exalcaldes y les ha sentado horriblemente mal que yo haya llegado.

Como único alcalde de Vox en la Comunidad de Madrid, ¿notó desconfianza al principio por parte de la gente?

Sí, en algún determinado sector. Pero ahora ya no. Ya me van conociendo y está yendo genial. Hay gente que me conocía de vista, pero no me conocían. Al ser alcalde es otra cosa, tienes que tener trato con todos los vecinos. Y empiezan a ver que tú intentas con todas tus fuerzas hacer lo mejor que puedas, con toda la lentitud que tiene la administración.

¿Y qué valoración hace de su gobierno?

Muy positiva. Había cosas abandonadas. El problema es que es un ayuntamiento tan chiquitín que somos cuatro y no dan más de sí. Para mí, lo dije en un pleno que prácticamente hubo políticos que se rieron de mí, estamos en quiebra técnica. Si tenemos un presupuesto de casi 3 millones anual y tienes una deuda de 1,5 y de 1,2.

¿Cómo se soluciona el tema de las deudas?

Estoy con ello, lógicamente. Con mucha reunión. Sobre todo con Confederación Hidrográfica del Tajo. El problema es que toda la captación de agua de la que bebe el pueblo, son captaciones que estaban de manera ilegales, sin actualizar. Lleva años esto, pero en el último gobierno ya ha sido rotundo el caso omiso a los requerimientos de Confederación. Y me ha tocado a mí desafortunadamente.

¿Cuál es el principal objetivo de la legislatura?

El principal objetivo es enderezar todo lo torcido y, por supuesto, mi proyecto de construir una residencia de ancianos. Que no llego en el plazo ya. No llego pero a final de legislatura estará a punto. Es algo muy importante que han prometido todos los alcaldes y no han conseguido. Yo no prometí, dije que pelearía a muerte para intentar conseguirlo. Es muy fácil construir una privada, pero interesa que sea público y para pueblo y valle, o sea para la gente de la Sierra Norte. Dentro de la capacidad que podamos construir. Será moderna, abierta. No creo que llegue en los tres años que quedan incluso a arrancar la construcción, pero que esté a punto, seguro.

¿Qué servicios le faltan a Rascafría?

El principal servicio que le falta es el transporte a Madrid. Eso es un disparate. Aquí te tienes que hacer un análisis de sangre en San Sebastián de los Reyes, en el Hospital Infanta Sofía, y son cinco o seis horas en total. El tema es que va bajando la población y la intención es que crezca. Todos los políticos se llenan la boca –en nivel nacional– de la España vaciada. Vamos a intentar que no se vacíe, pero claro hay que poner muchos medios y es complicado.

¿Cómo se podría cambiar?

Estoy en conversaciones con carreteras y con los consejeros adecuados para ver si podemos poner una línea con mucha frecuencia Rascafría-Lozoyuela. Y Lozoyuela que viene de Buitrago tiene otro tipo de frecuencia. Que fuera más dinámica. El problema es que un autobús de Rascafría y entra en todos los pueblecitos que hay por el camino. Va hasta Plaza Castilla pero no hay mucha frecuencia horaria. Eso es un problema que es el talón de Aquiles de este pueblo, la comunicación con Madrid.

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