Películas que no deberían existir

Películas que no deberían existir

El destino del filme La mesita del comedor parecía sellado desde el rechazo en Sitges. Sería una película low cost más. El esfuerzo estéril de un grupo de personas que dejaron tiempo y dinero (en el low cost no solo no se cobra, sino que uno paga) en hacer realidad uno de esos guiones que no tienen cabida en la industria. Tampoco caben en la industria, la verdad sea dicha, algunas de las películas que encuentran productor, subvención, distribuidor y hasta buenas críticas. Así pues, la segunda película de Caye Casas siguió su periplo hasta recalar en el festival de Tallin. Y gustó. Y de ahí a más festivales.

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