¿Por qué Sánchez oculta la verdad?

¿Por qué Sánchez oculta la verdad?

Sánchez anunció que se tomaba unos días de retiro espiritual para decidir si dimitía o no el mismo día que la Policía comunicó a Begoña Gómez su condición de investigada como posible partícipe en delitos de tráfico de influencias y de corrupción en los negocios. Ahora se entiende por qué tomó esa decisión de forma tan extemporánea y no informó de la auténtica situación procesal en que se encontraba su mujer. Es bueno aclarar que no presupone ninguna culpabilidad, ya que será la instrucción judicial la que clarifique cuál tiene que ser, finalmente, la situación de Begoña Gómez. Por tanto, le acompaña la presunción de inocencia, aunque cabe criticar que el presidente del Gobierno no haya optado por la transparencia desde el primer momento. Es algo exigible a cualquier político en una democracia. En este sentido, hay que preguntarse si cabe aceptar el victimismo aplicado desde ese día como si hubiera una campaña. Por supuesto, ahora se entiende su disparatada reacción cuando acabó ese periodo de reflexión y anunció un plan de regeneración para amordazar y amedrentar a los jueces y los medios de comunicación considerados desafectos.

Había que acabar con las noticias falsas, aunque ahora sabemos que estaba siendo investigada. Fue un grave error, porque ha dado la oportunidad para que el PP le ataque con dureza y diga que «la corrupción que le acorrala es cada día más visible». Por supuesto, la estrategia de Contreras y todo el aparato propagandístico de La Moncloa, encabezado por RTVE que han convertido en TelePSOE, será apoyar a Sánchez y atacar a la oposición y a todos aquellos que no se sumen al sanchismo. No es bueno que se diga que «mintió a los españoles». La solución no es que salgan hablando de la máquina del fango, porque parece que lo que le gusta a Patxi López es una mordaza. Por cierto, qué diría si afectara a un presidente del Gobierno del PP. No hay más que recordar las campañas brutales y sin fundamento que emprendió la izquierda política y mediática contra dirigentes populares. No se qué sucederá con la investigación de Begoña Gómez, pero Sánchez debería desembarazarse de Contreras y otros asesores chapuceros que le conducen por un camino equivocado. Este este tipo de defensores le llevan al desastre.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).